El malestar interno se ha disparado en el Ayuntamiento de Barcelona por un acto institucional de recuerdo al arquitecto y urbanista Oriol Bohigas, que tuvo lugar ayer con la presencia de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
El sarao ha sublevado a oposición y a funcionarios, que aseguran que el evento "se celebró sin distancias de seguridad" y con "copa de cortesía" mientras "el Govern anunciaba nuevas restricciones sanitarias que impactarán en sectores económicos". Fuentes municipales remarcan que se canceló la copa prevista, por lo que en todo momento los invitados llevaban la mascarilla llena y que había 250 personas dentro del Saló de Cent, por lo que se cumplía el aforo máximo del 70% permtido.
Pere Aragonès se ausentó
De hecho, en el momento en el que tuvo lugar aún ni siquiera se habían anunciado las nuevas restricciones para hacer frente a la variante ómicron. El presidente catalán, Pere Aragonès, no asistió porque estaba reunido en el Palau de la Generalitat de Cataluña diseñando las medidas antipandémicas con su equipo.
Poco después, el consejero Josep Maria Argimon (Junts) las desgranó junto con la portavoz, Patricia Plaja, y la secretaria de Salud Pública, Carmen Cabezas.
'Mani' de Som escola y Llach
Sea como fuere, el evento en el Ayuntamiento de Barcelona no ha sido el único masivo en las últimas horas que ha generado malestar. El fin de semana tuvo lugar una manifestación de Som escola en defensa de la educación monolingüe en la capital catalana. El Govern alentó a participar en la protesta.
Asimismo, el cantautor Lluís Llach reunió a miles de personas en el Palau Sant Jordi en un recital para la iniciativa independentista de Debat Constituent, que encabeza el cantante también exdiputado secesionista.