Solo los padres más ideologizados de la escuela Turó del Drac de Canet de Mar se pronuncian sobre la sentencia judicial que da la razón a la familia que exige que un porcentaje de las clases que recibe su hijo, de 4 años (P5), se imparta en castellano. En la puerta del colegio no se hablaba de otra cosa este jueves, como ha podido comprobar Crónica Global, pero mientras los partidarios del monolingüismo acusan de "mala fe" a los progenitores que han tumbado el modelo de inmersión 100% en catalán en el centro, los demás callan para evitar polémicas.
La familia probilingüismo, ahora acosada y señalada por el ala más ultra del independentismo (los padres más radicales han manifestado esta tarde su deseo de que "se marchen" de la escuela), solicitó que la mitad (50%) de las asignaturas se impartieran en castellano, lengua cooficial como el catalán. La justicia, por ahora, rebaja esta petición hasta el 25% de las materias, algo que rechazan los progenitores más ideologizados, que cuentan con el apoyo de la Generalitat separatista. Por el contrario, quienes están de acuerdo con el nuevo modelo evitan pronunciarse.
"Politizar la escuela"
Un grupo de padres asegura que la familia ha actuado "mal" y por una cuestión política. La madre de un menor de otra clase de P5 advierte de que "el modelo funcionaba bien hasta ahora" y no entiende por qué hay que cambiarlo. Explica que conoce a la familia de toda la vida, pero reconoce que no hablará con ellos después de lo sucedido.
Lo mismo piensan otros padres, quienes lo ven también como un "problema político". "Esta familia ha querido politizar la escuela", advierte uno de ellos, también profesor de un instituto. Considera que en el Turó del Drac no había un problema de lenguas, pero sí que defiende que se hable más catalán porque "el castellano ya se aprende fuera de la escuela de forma autodidacta, en las series de televisión o en los medios de comunicación".
Miedo a ser señalados
Sin embargo, los padres que defienden el bilingüismo no han querido entrar en el debate por miedo a posibles señalamientos. Sí que lamentan "el circo" que se ha formado estos días delante del centro y advierten: "Mis hijos vienen al colegio a aprender".
También una empleada del colegio se ha puesto de parte de la familia porque pide "lo que dice la ley". Lamenta que estén siendo acosados en el pueblo y cree que es "una pena", sobre todo por el menor. Lo mismo piensa una madre que lleva cuatro meses en España: "Si la ley establece que debe impartirse un 25% de horas en castellano, debe cumplirse".
Campaña de hostigamiento
La familia ha conseguido su demanda, pero ha estado en el foco de todas las críticas en los últimos días. Desde el Govern, su portavoz, Patrícia Plaja, lamentó que se cambiase el modelo "porque un solo niño lo pida", algo que han compartido otros usuarios a través de las redes sociales.
Los padres y el menor están siendo víctimas de una campaña de hostigamiento que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ya ha dicho que investigará. Entre los mensajes de odio que ha recibido la familia está el de un exprofesor de Turismo de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), que dijo que se sumaba a "apedrear" la vivienda del menor, alumno de P5.