El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, ha rechazado cualquier reforma de la Carta Magna, pues ha avisado que lo que quiere el Govern es una “Constitución catalana” porque la española está “obsoleta” y solo hace que “reafirmar las posiciones independentistas”.
Así lo ha expresado esta mañana con motivo de la festividad nacional que conmemora la Constitución de 1978, en declaraciones a los medios de comunicación después de reunirse con la Associació de Ceramistes y la Federació de Comerciants en La Bisbal d’Empordà (Girona). Según Aragonès, la Carta Magna “no representa los anhelos de la ciudadanía de Cataluña”, pues cree que “es incompatible con la voluntad del futuro del pueblo catalán”.
Insiste en la autodeterminación
Para el president, ésta “se ha manifestado claramente como una herramienta para limitar las aspiraciones de nuestro pueblo”. Por ello, el Govern “no quiere ninguna reforma de la Constitución Española, lo que quiere es una Constitución catalana y culminar con éxito el proceso de independencia", ha asegurado.
En este sentido, insiste que este fin se tiene que conseguir “a través de un referéndum de autodeterminación reconocido” y vinculante. Así, Aragonès ha reafirmado el compromiso de su Ejecutivo para avanzar hacia este objetivo, reforzando “las mayorías internas en Cataluña para una solución política al conflicto” que ve con el Gobierno que preside Pedro Sánchez.