Las redes sociales han salido en defensa del repartidor de GLS que sufrió la intransigencia de un cliente por hablar en castellano. Usuarios de Twitter han pedido al grupo de mensajería proteger y ascender" al trabajador y sancionar la grabación de imágenes de la vía pública por parte del cliente.
Uno de los que lo ha dicho es la Unión de Mossos per la Constitució (UCM), que ha recordado que la ley de videovigilancia establece que "no se podrán utilizar videocámaras con fines de seguridad privada para tomar imágenes y sonidos de vías y espacios públicos o de acceso público". En respuesta a este tuit, algunos internautas han pedido a la Agencia Española de Protección de Datos (Aepd) que actúe.
Vox defenderá al empleado
En pleno debate público sobre quién tiene razón, si el repartidor o el cliente, en un incidente por el uso del catalán en la entrega de un paquete, Vox ha irrumpido en escena. El partido verde ha avisado de que "pone sus servicios jurídicos" al servicio del trabajador.
A este respecto, algunos usuarios de la red de los 280 caracteres han recordado que el empleado de GLS "ha sido objeto de grabación ilegal durante su trabajo", por lo que han pedido al grupo de paquetería que lo arrope.
El nacionalismo lo señala
Las reacciones de los internautas han llegado después de que algunos independentistas hayan señalado al repartidor e incluso hayan proferido expresiones de odio contra él, asegurando que se trata de un "ñordo".
Tuiteros destacados de la órbita secesionista, como Rai López, tildaron de "vergüenza" que el asalariado pidiera "por favor" que le hablaran en castellano para entender la entrega del paquete.