La negativa de un cliente catalanohablante a traducir los números de su DNI al castellano, a petición de un repartidor que al parecer no le entendía, ha acabado derivando en un conflicto lingüístico después de que este último diera su entrega por rechazada.
Así lo ha denunciado un ciudadano de la localidad gerundense de Palafrugell, que ha publicado en sus redes sociales el vídeo de lo ocurrido, captado por una cámara instalada en la entrada del chalet del cliente.
En el mismo se aprecia cómo, a la hora de entregarle el paquete, el repartidor le pide al cliente que le diga "en castellano, por favor" los números de su carnet de identidad, que éste le estaba dictando en catalán. Pero, tras la negativa del cliente a atender su petición y no cambiar de idioma, el trabajador le respondió: "Vale, pues nada. Le pongo rechazado". Y, a tenor de lo que se aprecia al final de la escena, supuestamente se fue a su furgoneta con el paquete.
La denuncia del caso en redes sociales --el mensaje con el vídeo en cuestión cuenta ya con más de 4.300 retuits-- ha dado pie a una campaña contra el repartidor. Entre los interpelados por el denunciante figura Plataforma per la Llengua, entidad hipersubvencionada por la Generalitat, que le ha invitado a poner lo ocurrido "en conocimiento de nuestro servicio de quejas para asesorarte y pedir una rectificación inmediata a la empresa".
La empresa aclara que el paquete se entregó
A tenor del revuelo originado, la compañía en cuestión, GLS Spain, ha aclarado que su misión es entregar los paquetes. Y, "sobre el vídeo que ha circulado en las últimas horas, informar que el paquete ha sido entregado. El repartidor sigue realizando las entregas y todo el equipo de GLS continúa trabajando en la campaña navideña".