El Parlament ha dado luz verde a la tramitación de los presupuestos de la Generalitat de 2022 gracias al acuerdo entre el Govern y En Comú Podem, que ha impedido que prosperaran las enmiendas a la totalidad de los partidos de la oposición.
La votación --62 votos a favor de las enmiendas de retorno, 65 en contra y las 8 abstenciones de los comuns-- se ha producido tras una intensa sesión parlamentaria, en la que se ha visualizado el enfrentamiento entre Junts per Catalunya y ERC, ya que los neoconvergentes reprochan a Pere Aragonès que haya roto la unidad independentista del 52%. Y no solo eso: Joan Canadell, miembro del núcleo duro de Carles Puigdemont, arremetió contra los presupuestos "autonomistas", desautorizando implícitamente al consejero de Economía, Jaume Giró.
Inestabilidad
Por su parte, la CUP confirmaba su enmienda a la totalidad, lo que según Aragonès, obligará a revisar los acuerdos de investidura. La confianza entre formaciones secesionistas, quedó claro, ha desaparecido. Si es que alguna vez existió, pues las peleas entre ERC y JxCat se han mantenido en esta legislatura, que a juicio de PSC, solo preconiza inestabilidad e incertidumbre.
Tras un maratoniano fin de semana, con reuniones entre republicanos y comunes, así como encuentros secretos entre Giró y Aragonès, la jornada arrancó temprano, con la celebración de un Consell Executiu extraordinario donde el president anunciaba el acuerdo alcanzado con la confluencia de izquierdas.