Un exasesor del Govern, a la calle por plagiar

Un exasesor del Govern ha visto como dos publicaciones digitales rompían su relación con él por plagiar. Alexander Golovín, ex alto cargo del Departamento de Investigación y Universidades, que pilota Gemma Geis (Junts), copió sus artículos de opinión en El Tribú y Mirall, por lo que los portales han rescindido sus colaboraciones con el joven de 22 años. 

El tuit de la revista 'El Tribú' / Twitter

Ha informado de ello una de las publicaciones digitales en su cuenta oficial de Twitter, en la que informa de que "a raíz de las últimas informaciones publicadas por @DInvestigacio hemos eliminado los artículos plagiados de Alexander Golovín de nuestra web y hemos rescindido nuestra colaboración. Pedimos disculpas a nuestros lectores por este grave error editorial". 

'Mirall', también

Hay más. La revista digital El Mirall, que se enmarca en el nacionalismo catalán, ha anunciado que también echa a Golovín. En este caso, es por plagiar el artículo La libertad de Michael Gove es una discoteca, una copia del texto Why Gove's night on the dance floor is good news, otra pieza publicada en The Spectator. 

Imagen del tuit de la revista 'Mirall' / Twitter

"La dirección quiere expresar su más sincera disculpa por no haver detectado el plagio", ha indicado el equipo editorial. "Hemos confiado en la honestidad de un autor que con este episodio ha expuesto una flagrante falta de respeto hacia nuestos lectores y profesionales que forman parte de este proyecto", ha agregado. 

Ex asesor estrella de Junts

Las dos expulsiones de dos revistas digitales de Golovín llegan sin solución de continuidad con otra polémica: su corto fichaje como asesor para la Consejería de Universidadades de Gemma Geis. La consellera de Junts, del partido del expresident prófugo Carles Puigdemont, lo incorporó como experto del departamento tras el verano. 

Las redes sociales afloraron que el asesor de Geis no había terminado la carrera, y algunos usuarios dudaron de la idoneidad de su perfil como asesor con una retribución anual superior a los 50.000 euros. Finalmente, el propio Golovín terminó presentando su dimisión.