Guardias civiles piden a Marlaska que les defienda ante los ataques de la CUP y de ERC

La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) ha pedido al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que "deje de esconderse" y defienda el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en Cataluña.

La asociación ha hecho esta petición a raíz de las cartas que ha enviado la CUP al ministro del Interior y al consejero de Interior, en las que reclaman que la Policía Nacional y la Guardia Civil pidan perdón por las "torturas" practicadas desde el franquismo y hasta la actualidad y que se "retiren" de Cataluña. La CUP envió estas cartas antes de la reunión de la Junta de Seguridad de Cataluña celebrada ayer en Barcelona.

"Nuevo agravio"

En un comunicado, la AEGC considera esta carta un "nuevo agravio" a los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y una "vejación" a su trabajo. La asociación considera "inaceptable" que, con la excusa de expresar unas ideas, "se insulte y se veje" a los hombres y mujeres que forman parte de estos cuerpos.

La AEGC "no acepta que para defender unas ideas se manipule y se retuerza la historia y la realidad, que es lo que hacen los señores diputados de la CUP Xavier Pellicer y Mireia Vehí" al exigir en su carta al ministro que "tenga la bondad de disculparse por tantos y tantos abusos de la Guardia Civil y la Policía Nacional con la población catalana. Entre otras acciones, la CUP menciona la "violencia policial del 1-O y las torturas practicadas a independentistas".

Inacción ante los ataques de ERC

La asociación ha transmitido el ministro que no es necesario que se disculpe por ninguna de las acciones que la Guardia Civil ha hecho en Cataluña porque ni han "abusado de la población catalana" ni han ejercido "la violencia policial" de la que les acusan.

Para la AEGC, esta "vejación" a su trabajo de servicio público se suma a la que realizó la diputada de ERC Montserrat Bassa en el Congreso hace unas semanas, cuando llamó "salvajes" a Policía y Guardia Civil "sin que el ministro del Interior alzara la voz para defender a sus subordinados".