El expresidente del Gobierno, Felipe González, y el abogado y ponente de la Constitución, Miquel Roca, han alertado sobre la falta de un proyecto político ambicioso para Barcelona durante el mandato de Ada Colau. En un coloquio organizado por el Círculo Ecuestre, ambos han llamado a aprovechar las energías creadoras de la capital catalana para fortalecer el tejido económico.
"Barcelona vive una contradicción. Hay un gran dinamismo de la sociedad, centenares de iniciativas para fomentar la actividad económica y cultural, y a la vez una administración distinta. Esto es urgente superarlo", ha conminado Roca. El letrado ha añadido: "Ahora da la sensación de que todo se reduce a pintar las calles de un color distinto cada una". Por su parte, González ha sido lacónico en sus declaraciones: "Hay que gobernar para la gente".
Más proyecto, menos márqueting
La situación política en Cataluña también ha centrado el debate entre ambos exdirigentes. El expresidente ha afirmado que en la comunidad, al igual que en otros lugares, "no parece ya necesario responder a un proyecto político para gobernar". "Es el problema de nuestro tiempo. Lo que parece necesario es saber lo que tengo que hacer para llegar al mes que viene, pero en política es esencial tener un proyecto para definir prioritariamente hacia dónde quieres ir", ha argumentado.
Esa ausencia de una visión de estadista, sustituida por la "política del márqueting", ha sido compartida por Roca. Además, el exdiputado de Convergència i Unió ha añadido una reflexión particular sobre la realidad catalana: "En 1907, Cambó dijo que pasarían los regímenes y cambiarían los gobiernos, pero el hecho eterno de Cataluña permanecería. Que tomen nota".
Reforma constitucional
Preguntados sobre una reforma constitucional, tanto González como Roca se han mostrado dispuestas a abrir el debate siempre y cuando se sepa el sentido de dicha reforma. "Reformarla a hachazos es destrozarla. Si las leyes se deben cambiar, es fundamental aceptar un principio: que la seguridad jurídica significa libertad", ha asegurado el líder socialista. "A mí me llena de satisfacción que alguien por torpeza nos haya llamado representantes del régimen del 78. Me imagino que Miquel y yo estamos orgullosos de pertenecer al régimen del 78, porque contribuimos a que existiera. Los que lo critican hasta ahora no han contribuido a nada", ha aseverado.
Como uno de los siete padres de la Constitución, el abogado también ha asegurado que no se opondría a modificar la ley de leyes. Aunque ha apuntado: "Veo más deseo de cambiarla que de saber por qué hacerlo". "Las normas de convivencia se pueden modificar, pero que se sepa sobre qué y sobre qué caso concreto. Y recordemos que ese régimen de convivencia recibió el 91% del apoyo de los ciudadanos de este país”, ha apostillado.