Quim Torra, expresidente de la Generalitat, ha cargado de nuevo contra su sucesor en el cargo, Pere Aragonès. Ahora, le acusa de “normalizar” el procés y de dejar de la lado la independencia al no ejecutar el llamado "mandato del 1-O". Con todo, cabe recordar que su Gobierno tampoco hizo ningún paso para ir hacia una declaración secesionista unilateral que ahora exige al republicano.
En la misma entrevista en Catalunya Ràdio ha criticado duramente la mesa de diálogo que se iniciará la semana próxima entre el Estado y la Generalitat. Torra asegura que que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “cambia cada dos por tres de opinión” sobre cómo cerrar las heridas abiertas en la autonomía y que hará "lo que más le convenga" para "resistir" en Moncloa.
La "vía de la confrontación"
Para el expresidente de la Generalitat, la única alternativa que puede contemplar un gobierno secesionista es la "vía de la confrontación". Saca pecho de que fue la que marcó su mandato, que acabó al ser inhabilitado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) al no retirar en tiempo y forma una pancarta indepe del Palau de la Generalitat en periodo electoral.
"Aún no hemos visto el plan del Govern para la independencia", ha lamentado en la radio pública catalana, hecho que ha sido criticado porque en la anterior legislatura tampoco se detalló ninguna hoja de ruta concreta hacia la ruptura con España. Para Torra, que ahora se ha instalado en Girona, el problema actual es que el Ejecutivo que lidera Aragonès --en coalición con JxCat, su partido-- se ha "centrado en la gestión" y eso es una "mala noticia" para los que "creen en el proceso independentista".
“Nunca habrá un referéndum pactado”
En cuanto a su legado, ha asegurado que vivió un "juego de llamadas" por parte del presidnete del Gobierno, cuya negativa a responder al líder catalán fue divulgada por este en un momento que se transformó en sketch. Más allá de las anécdotas que protagonizó durante su etapa al frente de la Generalitat como presidente vicario de Carles Puigdemont, Torra mantiene el relato de la "represión" que asegura que el Estado aún aplica en Cataluña.
En clave secesionista, declara que "nunca habrá un referéndum [independentista] pactado" con el Gobierno. "Ni 2030, ni 2080, no es realista", ha asegurado en relación a las fechas que ha marcado tanto la CUP como ERC para la supuesta ruptura con España, el ejemplo más claro de que se ha entrado en el postprocés.