Tener poder y un sueldo elevado al alcance de muy pocos de sus conciudadanos no es obstáculo para que destacados dirigentes secesionistas sigan considerándose víctimas de la "represión" en Cataluña. Es el caso de la diputada de la CUP Laia Estrada, que ha ido un paso más allá en el argumentario de algunos de sus correligionarios asegurando que ya la sufría antes de nacer "en la barriga" de su madre.
"En mi casa siempre han sido personas implicadas en los movimientos sociales y políticos. El primer caso represivo lo vivo en la barriga de mi madre. Cuando estaba embarazada de mí, la llevaron al calabozo por haber participado en una acción de La Crida", asegura Estrada en una entrevista al diario El Punt Avui.
La dirigente de la CUP, que como diputada en el Parlamento autonómico percibe un salario de 63.143 euros anuales, considera indispensable reivindicar "la soberanía" de Cataluña porque "si no, está formando parte de la opresión del Estado contra el pueblo".
Estrada, asimismo, no considera "insolidario" ni ve contradicción en el hecho de que partidos autodeclarados de izquierdas como el suyo defiendan separar a Cataluña del resto de España: "No tiene nada nuevo decir que reivindicar la soberanía del pueblo catalán es dividir a la clase trabajadora: hasta hace cuatro días, también se decía que reclamar el feminismo era dividirla", sostiene para defender su posicionamiento.