La obsesión de Eloi Badia con el agua ha provocado la primera grieta entre el PSC y los comunes en el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), donde gobiernan juntos. El concejal de Emergencia Climática de Barcelona, y vicepresidente de Ecología del Área, ha tratado de sumar la institución al Catalan Water Partnership (CWP) y la Aeopas, dos chiringuitos que abogan por la municipalización del bien. Ha sido en vano: el ejecutivo metropolitano lo ha rechazado.
Han informado de ello fuentes de la oposición supramunicipal, que han hecho hincapié en que la propuesta de sumar al AMB al CWP y a Aepas constituía los puntos 88 y 89 de la sesión de consejo metropolitano de hoy. Pretendía En Comú Guanyem que la Administración supramunicipal pagara 1.075 euros de cuota inicial y la parte proporcional del año 2021, por un lado, y 3.795 euros de la cuota de socio de Aeopas para 2021, por el otro.
El PSC dice 'no'
No será así. El gobierno metropolitano de ECG, PSC, ERC y Junts se ha roto por la propuesta, que emanaba del área de Ecología, la que pilota Badia. De hecho, el concejal quería colocar a tres de sus altos cargos en las dos entidades.
Toda la oposición y el PSC lo han impedido. Socialistas, Ciudadanos, BCN pel Canvi, Junts y el PP han votado en contra, mientras que comunes y ERC han dado su sí. Ambos puntos, el 88 y el 89, se han rechazado, en lo que ha sido un revés al edil.
La (fallida) batalla de Badia con el agua
El traspié de Eloi Badia con el agua, en este caso en el AMB, supone un aldabonazo de alerta para un político que ha hecho de este servicio un campo de batalla ideológico. Como explicó este medio, el concejal y electo metropolitano se rodeó de fieles de ICV para lanzar una ofensiva por la remunicipalización del servicio pese a que con su configuración actual, de prestación mixta, está entre los mejor valorados por la ciudadanía.
Con ese equipo trató de emprender una senda hacia la toma pública del servicio, pero el Tribunal Supremo avaló el estado actual del servicio, que es ofrecido desde 2012 por una empresa público-privada en la que participan Agbar (70%), el propio AMB (15%) y Criteria (15%). Tras aquel golpe, Badia buscó culpar a su socio de la subida del recibo, explicable en Barcelona por el aumento de los impuestos municipales a la factura. De hecho, los vecinos de la Ciudad Condal son los únicos que pagan dos tasas de recogida y reciclaje de basuras.