Barcelona pondrá cámaras unipersonales a solo un 5% de su cuerpo policial. El Ayuntamiento ha lanzado el programa de apoyo a las actuaciones de la Guardia Urbana, pero lo ha hecho con excesiva timidez: solo comprará 150 dispositivos para más de 3.000 efectivos policiales. Y eso que el sistema lleva dos años de pruebas.
Lo consigna una licitación lanzada recientemente por el Instituto Municipal de Informática (IMI) titulada Suministro de dispositivos de grabación personal y software de gestión para la Guardia Urbana de Barcelona [consultar aquí]. El concurso público, dotado con un presupuesto de hasta 400.000 euros, busca un proveedor para 150 cámaras unipersonales y software de gestión de imágenes para el cuerpo de seguridad de Barcelona.
Solo un 5% del cuerpo
El procedimiento de contratación sustancia al fin la prueba piloto lanzada por el Ayuntamiento de Barcelona en 2019, cuando anunció [leer comunicado aquí] que la Guardia Urbana comenzaba a patrullar con cámaras unipersonales. En realidad, era una prueba experimental con solo 15 dispositivos personales de grabación (DPG).
La experiencia piloto estuvo gafada desde el principio. Como avanzo Metrópoli Abierta, algunos dispositivos no funcionaban cuando los agentes salían a patrullar. Y eso que estaban repartidos en Ciutat Vella o UT-1, uno de los distritos más conflictivos de Barcelona. A este hecho se le une el propio retraso en la implantación. El área de Seguridad del ayuntamiento ha necesitado dos años y cinco meses para convencerse de que debía extender el uso de cámaras en su policía.
CSIF lo ve "una cortina de humo"
Preguntado sobre la cuestión, el secretario de Administración Pública del sindicato CSIF, Eugenio Zambrano, ha alertado a este medio de que el inicio del programa de cámaras unipersonales para la Guardia Urbana de Barcelona "es una cortina de humo". El también efectivo policial ha recordado que "el Ayuntamiento lleva dos años probando las cámaras, y ahora las compra con retraso y de forma insuficiente".
Zambrano ha subrayado que los dispositivos "aportan seguridad jurídica al agente y servidor público, y también al ciudadano, pero se ve que el gobierno municipal no cree en eso, pues compra solo 150 cámaras para 3.000 agentes". El funcionario se pregunta "si los policías tendrán que detener actuaciones para que pueda llegar el compañero que lleva una cámara", y pone un ejemplo. "En Ciutat Vella hay 600 agentes, y habrán solo 15 cámaras", lamenta. Ante eso, desde CSIF exigen que las cámaras sean dotación para cada efectivo, "como la defensa, la radio o el arma de fuego".
"Transparencia" para la GUB
Cabe recordar que el programa de colocación de dispositivos de grabación en los uniformes de los agentes de la Guardia Urbana lo presentó el anterior gobierno municipal, que lideraba BComú en solitario. A principios de 2019, el Ejecutivo local anunció que testaría tres tipos de gadgets para "dar más transparencia sobre el servicio del cuerpo".
Según el equipo de Ada Colau, los instrumentos estaban destinados a "evaluar y mejorar las actuaciones policiales". Para ello, los funcionarios se formaron para activarlas en caso de "riesgo físico o material" e incorporar las grabaciones a las diligencias.
Este artículo se ha elaborado sin la versión del Ayuntamiento de Barcelona, que no ha respondido a las preguntas de este medio.