El Tribunal Supremo ha sentenciado que el Ayuntamiento de Barcelona deberá colocar una imagen del Rey en el salón de plenos. El alto tribunal ha revertido una de las primeras medidas tomadas por el gobierno municipal de Ada Colau en 2015 y ha recordado que exhibir la efigie del jefe de Estado es una "norma básica" que no puede obviar la normativa municipal.
El Supremo zanja así una polémica de seis años, cuando el entonces primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ordenó retirar el busto de Juan Carlos I. Alegó que el rey había abdicado y que no era necesario mantener la imágen. Desde entonces, el salón de plenos de Barcelona no exhibe ningún retrato de la Casa Real, pese a que el PP ha intentado reponerlo en diversas ocasiones.
Reposición simbólica
En efecto, el grupo popular repuso simbólicamente el retrato del rey Felipe VI el pasado mandato. Alberto Fernández y sus compañeros de filas trataron de colgar una imagen del jefe de Estado. El gobierno municipal anterior, formado por BComú y PSC, lo impidió.
El caso acabó en los tribunales por una demanda de la Delegación del Gobierno. El juzgado de Instrucción número 3 avaló el escrito y ordenó colocar de forma "preferente y de honor" la efigie del rey.
La oposición se felicita
Ahora, con la sentencia del Supremo, la oposición se ha felicitado por la noticia. Ciudadanos, que en el Ayuntamiento de Barcelona dirige Luz Guilarte, ha celebrado que "como corresponde a nuestro Estado democrático de Derecho, cuya forma es la Monarquía parlamentaria, la figura de SM el Rey Don Felipe".
Por su parte, el portavoz del PP en el consistorio, Óscar Ramírez, ha avanzado que piden "a la alcaldesa que en el próximo pleno la imagen de Felipe VI este presente para cumplir con la normativa".