Mireia Vidal, interventora general de la Generalitat entre 2011 y 2016 y a la que el Tribunal de Cuentas pide 3,1 millones de euros por la acción exterior del Govern, ha defendido su profesionalidad y ha recordado que Oriol Junqueras (ERC) la cesó cuando advirtió sobre la creación del Departamento de de Asuntos Exteriores.
En una entrevista que publica este lunes el diario El Mundo, Vidal ha señalado que el órgano fiscalizador le imputa irregularidades a pesar de que ella no tomaba las decisiones. Ha remarcado que su función se limitaba a cuestiones técnicas. "Cumplí con las normas y las apliqué a rajatabla hasta que me cesaron", ha asegurado.
Asuntos Exteriores
Vidal ha recordado que el Tribunal Constitucional alertó en su día sobre la creación de la Consejería de Asuntos Exteriores, "y nosotros --ha asegurado-- actuamos produciendo advertencias en el mismo sentido".
"El Constitucional nos imponía un criterio muy claro a seguir. No podíamos aceptar la nómina entera de la nueva consejería sin diferenciar quién cumplía acciones de representación de Asuntos Exteriores", ha afirmado.
Cese por sus advertencias
Así que, ha explicado, "yo hice la advertencia y el Gobierno de la Genertalitat manifestó que eran todo actuaciones de acción exterior dentro del Estatuto de Autonomía", tras lo cual el entonces vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, la destituyó. "Me encontré [la destitución] en el Diario Oficial de la Generalitat, perdí complemento de destino y perdí incluso mi cargo anterior de subdirectora general", ha reconocido.
Vidal, que aún trabaja en el sector público, es la funcionaria a la que piden más dinero por los gastos del Diplocat. Ella asegura que no tiene el dinero que se le reclama. "No sé qué va a pasar con mi nómina, tengo ansiedad y no puedo dormir sin saber si podré pagar la hipoteca ni cómo mantener a mi hijo", ha dicho.
Multa del Tribunal de Cuentas
"Quiero que se me indique las referencias normativas concretas que supuestamente he incumplido", ha subrayado Vidal, quien ha pedido que se le valore por su profesionalidad y no por cuestiones políticas.