El Gobierno no se ha visto sorprendido por las manifestaciones de los políticos independentistas indultados. Las reiteradas alusiones a la amnistía o al derecho de autodeterminación se ven como algo que forma parte del guion del independentismo. “Esas expresiones eran de prever que se podían escuchar durante estos días de forma más aguda”, ha señalado la ministra de Hacienda y portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero. Pero el Gobierno reclama que, cuando se formalicen las negociaciones, a través de la mesa de diálogo, que se podría reunir justo antes o justo después del verano, se busquen acuerdos sobre lo “viable”.
El Ejecutivo que preside Pedro Sánchez está dispuesto a iniciar un diálogo que no se sabe hasta dónde podrá conducir, pero con una serie de fronteras claras. Las que marcó el ministro de Política Territorial, Miquel Iceta, en el Congreso, al rechazar de forma rotunda esas dos cuestiones: amnistía y referéndum de autodeterminación.
A la espera de la reunión Sánchez-Aragonès
Tras el consejo de ministros de este jueves, Montero ha exigido que se abandonen “las posiciones extremas”, y que se dialogará en el seno de la mesa de diálogo, con la primera intención de que se pueda reunir este mismo mes de julio. Para iniciar ese camino, Sánchez se reunirá con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, este martes en la Moncloa.
La portavoz del Gobierno ha insistido en que el Govern de Aragonès deberá superar esas primeras reclamaciones, que se entiende que se dirigen a las propias bases independentistas, y entrar en una fase constructiva, de “viabilidad” que permitan avanzar en el autogobierno de Cataluña.
Montero no ha concretado cuándo se podrá formar esa mesa de diálogo, aunque con una agenda ya muy apretada, todo podría conducir a que se reúna una vez haya transcurrido el verano, tras las vacaciones de agosto.