Cataluña y Extremadura toman el mando de la lucha contra la España vaciada

Municipios catalanes con más problemas de desploblación / UNIVERSITAT DE LLEIDA

Hace una semana, la Universitat de Lleida dio la voz de alarma: Cataluña tiene 200 municipios en situación crítica de despoblación. No es la primera vez que se denuncian los problemas de relevo generacional en zonas catalanas como Lleida, los Pirineos y Terres de l’Ebre, las más afectadas, pues entidades como BCN Smart Rural se dedican a recordar la importancia del desarrollo agrario. ARCA es socia de esa entidad, en la que también participan la Diputación de Barcelona y el Centro Tecnológico Forestal de Cataluña.

Eduard Trepat, geógrafo y coordinación de Innovación de ARCA, explica a Crónica Global que su asociación tiene “dos tareas fundamentales: ser dinamizadores territoriales e impulsar proyectos propios”. “Representamos a 12 grupos de acción local (GAL) a los que apoyamos en la gestión de fondos europeos y proyectos de cooperación transversal en todos el territorio de Cataluña”, comenta.

Fuga de talento

Combatir la baja densidad de población de las zonas rurales catalanas, el envejecimiento progresivo de la población rural, la fuga de talento fuera de la ruralidad y una baja predisposición para acoger gente de fuera en los territorios rurales son algunos de los retos de ARCA. Es precisamente esa situación la que denunciaba el citado informe, pero “cada vez hay más gente que, sin tener origen payés, está interesado en serlo”. “Y nosotros le ofrecemos apoyo para fomentar el relevo generacional agrario”, argumenta.

Un pueblo del Pirineo catalán, afectado por la despoblación / WIKIMEDIA COMMONS

La Universitat de Lleida abordaba precisamente el protagonismo de jóvenes extranjeros en ese relevo generacional. Pero ¿por qué cuesta tanto consolidar ese arraigo?

La Cataluña vacía ha sido objeto de intensos debates parlamentarios. Frente a las promesas del Govern –la despoblación rural es un tema transversal para la Generalitat, aunque lo pilota la consejera de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, Teresa Jordà--, la oposición critica los recortes no revertidos en los territorios afectados. El diputado de PSC-Units Òscar Ordeig denuncia que, entre 2010 y 2020, el Govern ha recortado un 80% las inversiones en Lleida y los Pirineos, mientras que en Tarragona, ese porcentaje alcanza el 70%.

5G, sanidad, teletrabajo

“Faltan incentivos para garantizar profesionales sanitarios en zonas rurales y desarrollar la fibra óptica y el 5G en todo el territorio, sobre todo en pueblos pequeños”, denuncia Ordeig, quien participa en los trabajos impulsados por la vicepresidenta de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, para combatir la España vacía.

“Más que tener un CAP en cada población, lo importante es garantizar la accesibilidad a la red sanitaria. Mejorar el transporte público. Y, obviamente, la accesibilidad a internet y el teletrabajo es un tema importante”, explica el coordinador de ARCA.

Red de dinamización

En paralelo a esos trabajos del Gobierno, quienes están en contacto directo con el mundo rural también se han movilizado. Cataluña es pionera, junto a Extremadura, en la creación de una red estatal de dinamización. Fruto de esos contactos con territorios en riesgo de despoblación surgió Red de Espacios Test Agrarios (RETA).

Laura Megías es técnica de BCN Smart Rural y es una de las impulsoras de RETA, que nació hace dos años “inspirada en la experiencia que se llevó a cabo en Francia, donde hay en marcha entre 50 y 60 proyectos. Otros 20 están en proceso”. Megías explica a este medio que Cataluña y Extremadura lideraron la construcción de esa red que, entre otras actividades, asesora a personas interesadas en proyectos que no tienen orígenes agrarios, lo que obliga a realizar inversiones en ocasiones muy costosas. RETA ayuda a determinar si esos proyectos personales son viables.

Un estilo de vida

“El sector agrario está muy envejecido. En 10 años, muchos payeses se retirarán y hay problemas para garantizar el relevo generacional. Es un fenómeno común en toda Europa”, advierte.

Las mujeres luchan contra la despoblación rural creando 'start ups'

Esa desafección se debe, a su juicio, a una cierta “falta de autoestima, pues sus padres pertenecen a una generación que prefería que sus hijos estudiaran. El campo es muy sacrificado, es una manera de vivir, no solo una profesión. Pero es más coherente con el ritmo biológico y ofrece una calidad de vida indiscutible”.

Laura Megías denuncia la “invisibilidad de las mujeres, que siempre han trabajado en el campo, pero los dueños de las explotaciones acaban siendo hombres”. Tiene muy claro que revalorizar el mundo rural “es una cuestión estratégica de país. Hay que hacer pedagogía y acabar con la visión de que el payés es una persona ignorante”.