Golpe de ERC en el Ayuntamiento de Tarragona a media legislatura en beneficio de los partidos secesionistas. La formación de Pere Aragonès ha decidido incorporar al frente del consistorio de la ciudad a sus socios de Govern de Junts per Catalunya y también a la CUP. Un pacto polémico que cuenta con la oposición de En Comú Podem (ECP), que sopesa abandonar ahora el equipo de gobierno municipal tras haber formado parte del mismo junto a los republicanos los dos últimos años.
El pacto de las tres fuerzas secesionistas lo ha anunciado este martes el alcalde Pau Ricomà (ERC), y probablemente conllevará la salida de los comuns, reacios a gobernar junto a los posconvergentes, si bien los morados todavía no se han pronunciado oficialmente.
Gobierno en minoría con sólo 12 concejales
La entrada dels los tres concejales de Junts y los dos de la CUP, sumados a los siete de ERC, dará lugar a un gobierno en minoría de 12 regidores secesionistas sobre un total de 27. En caso de confirmarse el pase a la oposición de los dos de los comuns, ésta la completaría el PSC (7), PP (2), Ciutadans (Cs, con uno), y otros tres no adscritos que abandonaron Cs.
La CUP, que ha llevado a los tribunales al exalcalde socialista Josep Félix Ballesteros por un presunto caso de desvío de fondos municipales al PSC, entrará por primera vez en el gobierno de la ciudad.
Vivienda, Medio Ambiente y Cultura, en manos de la CUP
Las dos concejales de la CUP gestionarán las carteras de Vivienda y Medio Ambiente y de Cultura, Fiestas, Juventud y Cooperación.
Junts, con tres concejales, mantiene la presidencia de la empresa municipal de mercados Espimsa y pasa a asumir las carteras de Seguridad Ciudadana y Protección Civil y las áreas de OMAC, Contratación, Accesibilidad, Parques y jardines.
Ricomà (ERC), que ostentaba también Cultura, deja esta cartera y asume la presidencia del Patronato Municipal de Turismo, además de la Semana Santa, los 700 años de Santa Tecla y el proyecto Tabacalera.
Golpe a los comuns
El pacto de ECP con los republicanos le costó en su día la expulsión de Podemos a su secretario general y concejal de Patrimonio, Hernán Pinedo, al considerar la formación morada que había tomado la decisión unilateralmente.
Ricomà, sin embargo, ha mostrado su voluntad de mantener a ECP como socio de gobierno, por lo que, según lo que decida este partido, el equipo de gobierno sería de 12 o de 14 concejales.
La CUP apoyaba a la ejecutiva de Ricomà desde el inicio de mandato mientras negociaban un acuerdo programático que ambas formaciones hicieron público recientemente.