Un total de 200 municipios catalanes se encuentran en una situación crítica de despoblación. Así lo indica un estudio de la Universitat de Lleida, encargado por BCN Smart Rural, en el que se indica que la renovación generacional en el mundo rural catalán pasa por la inmigración de jóvenes, siendo determinadas zonas de Lleida y Tarragona las más afectadas por el éxodo de población.
La Comunidad CO Rural ha hecho públicos los resultados de un estudio donde se analizan diversos índices de relevo generacional en el mundo rural, por ejemplo reemplazo y potencial de crecimiento. El objetivo es que que esos índices sean revisados y actualizados anualmente para seguir su evolución.
Los autores del informe, Ignasi Aldomà y Josep Ramon Mòdol, concluyen que hay que pasar a la acción con medidas contundentes para evitar la despoblación de la Cataluña rural.
Municipios catalanes con más problemas de desploblación / UNIVERSITAT DE LLEIDA
Los datos analizados constatan que hay 200 municipios catalanes en situación crítica de despoblación que se concentran, mayoritariamente, en las comarcas del Pirineo y el Pre-Pirineo como los Pallars, Solsonès, Alt Urgell, la Noguera o el Berguedà. En cuanto a la franja entre Lleida y el Camp de Tarragona, las localidades más afectadas se encuentran en las Garrigues, Conca de Barberà y el Priorat. En las Terres de l'Ebre, destacan la Terra Alta y la Ribera d'Ebre.
El estudio también remarca la dependencia y evolución del proceso de terciarización de la economía catalana que en 2019 ya contaba con más del 78% de los puestos de trabajo ubicados en el sector y su límite en determinadas zonas de montaña.
Servicios y empleo femenino
El informe [se puede leer en este enlace] dibuja la estrecha relación del sector servicios y el empleo femenino a nivel comarcal y explica que la renovación generacional "reposa sobre una aportación de jóvenes que viene de fuera, fundamentalmente inmigración de origen extranjero, que se comporta en función de las necesidades del mercado de trabajo y varias informaciones de reclamo".
El estudio se encargó con el objetivo de disponer de nuevos indicadores cuantitativos en el mundo rural catalán para poder incentivar su forestación desde una mirada objetiva y planificada. Esta es una de las acciones surgidas de la comunidad CO Rural, un espacio de encuentro entre entidades, profesionales y administración que quiere favorecer acciones acordadas y coordinadas para facilitar el relevo generacional en el mundo rural catalán.
La comunidad CO Rural forma parte de BCN Smart Rural, un Proyecto de Especialización y Competitividad Territorial (PECT), liderado por la Diputación de Barcelona y que tiene como entidades socias el Centro Tecnológico Forestal de Cataluña y ARCA. El Proyecto es cofinanciado por el Fondo Social Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) de la Unión Europea, en el programa operativo FEDER de Cataluña 2014-2020.