El expresidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol i Soley, ha roto su silencio tras siete años de aislamiento voluntario. Tras revelar en 2014 que había ocultado durante años una herencia familiar ubicada en Andorra --la deixa de su padre, Florenci Pujol, que le legó un dinero procedente de sus negocios--, la presencia del dirigente nacionalista en la escena pública había sido casi nula.
Hasta ahora. En una larga entrevista con el periodista Vicenç Villatoro, publicada con el título Entre el dolor i l'esperança por la editorial Proa, Pujol pasa revista al episodio que provocó su caída en desgracia. Pero también reivindica el legado de las décadas de gobierno convergente y se pronuncia sobre el futuro político de Cataluña. El libro ha sido presentado por el filósofo, articulista y activista cultural Josep Ramoneda, quien últimamente ha protagonizado una agria polémica tras criticar que Salvador Illa utilizara el castellano en una intervención en el Parlament.
Pujol: "Pido perdón"
El expresidente pide perdón por sus irregularidades ante Hacienda a su familia y al conjunto de la ciudadanía catalana. "Sí, pido perdón. Que no es exactamente indulgencia a quien me pudiera castigar. Sí que lo pido a las personas cercanas a quienes debería de haber evitado que se hallen en la situación en que se encuentran. (...) Y a mi país".
La petición de Pujol se hace extensiva, incluso, a sí mismo: "Y también he de pedir perdón al hombre joven que fui hace cincuenta o sesenta años". A lo largo de la entrevista, el dirigente no habla en ningún momento sobre las numerosas causas judiciales en que se han visto implicados sus hijos, ni tampoco sobre el denominado caso Pujol --si bien la obra, como subraya Villatoro, se completó antes de que se produjera el procesamiento por organización criminal del clan familiar--.
Corrupción de CDC
En otro fragmento, Pujol se excusa por no haber sido "bastante buen padre". "Me toca reconocer que no cumplí bastante bien como padre de familia, y esto es culpa mía. Una culpa que no debo trasladar a mis hijos ni a mi esposa. Sobre todo no a mi esposa, que es quien, mientras pudo actuar sobre el conjunto de la familia, lo hizo con eficacia", señala. "Después no tanto", insinúa.
Estas palabras contrastan con la firmeza con que el líder político se defiende frente a cualquier atisbo de corrupción. "Es cierto que CDC ha sido acusada de estar involucrada en temas de financiación ilegal del partido (...) Y algunos casos se han resuelto positivamente. Puedo admitir que haya habido (...) actuaciones incorrectas y punibles". Pero Pujol se pronuncia de forma rotunda: "Todavía es hora de que me hayan podido atribuir personalmente un caso de corrupción".
La "quimera" del separatismo
El libro también trata distintas cuestiones de actualidad, tanto locales como globales, como la situación del tablero político catalán tras la celebración del referéndum ilegal del 1-O y la condena por sedición de los líderes del procés. Pujol se muestra escéptico respecto al éxito del envite independentista: "Si bien Cataluña ha demostrado que es una realidad política, social y cultural (...) también es cierto que no está a su alcance conseguir la independencia".
De ahí que el fundador de CDC llame a explorar otras "fórmulas no independentistas" para reconducir la agenda del nacionalismo. En este sentido, cita en varias ocasiones la vía quebequesa como un modelo que, si bien no satisfaría las demandas del separatismo, blindaría las competencias autonómicas y reforzaría el estatus político propio de Cataluña en el seno del Estado.
Por otro lado, Pujol no esconde su rechazo de la "quimera" del proyecto independentista, tal y como se formuló durante la etapa de Artur Mas. "Hubo una parte de la opinión pública catalana que creyó que todo este proceso sería rápido y sencillo, con muy poca resistencia del Estado, y con muchos apoyos internacionales. Esto es una quimera", zanja.
Arrepentido y orgulloso
En la obra, Pujol se muestra como un hombre obsesionado con reparar su imagen personal, manchada por el episodio de la deixa, mediante la reivindicación de su obra de gobierno. El dirigente enumera los logros sociales y políticos de sus mandatos. Los denomina "activos por preservar" y, aunque confiese que quizá su legado público no pueda volver a restituirse, se siente obligado a recordar su aportación a la historia reciente de Cataluña.
En el transcurso del acto se ha proyectado una conversación grabada entre Pujol y Villatoro --por motivos de salud, el expresidente no ha podido acudir presencialmente al acto--. En un momento del vídeo, el periodista le pregunta cuál es su estado de ánimo actual: "Desde el punto de vista personal, pienso en el arrepentimiento. A nivel colectivo, en el orgullo". El arrepentimiento y el orgullo era el título original de la obra.