Marilén Barceló ha roto el silencio hoy para explicar su decisión de abandonar Ciudadanos en el Ayuntamiento de Barcelona e incorporarse al grupo municipal de BCN pel Canvi. La concejal ha admitido de "discrepancias" con el "liderazgo y coordinación" de la fuerza, diferencias que la cúpula "conoce desde hace un año" y "no han solucionado".
En una escueta carta pública, Barceló ha subrayado las "cuestiones internas" que se han enquistado durante, como mínimo, doce meses. "Cuando existe un problema siempre intento arreglarlo, por difícil que sea, pero esta vez ha sido imposible".
"Espero volverme a encontrar a mis compañeros"
La electa ha agradecido la labor de los asesores del grupo municipal que deja, del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y de los consejeros municipales de la fuerza naranja.
Barceló sostiene que inicia "una nueva etapa en la que seguirá trabajando para la ciudad de Barcelona". En el nuevo capítulo que abre, la edil confía en "volver a encontrarse con sus compañeros, amigos y militantes del partido". Insiste la concejal que, aunque ahora no compartan partido, si tienen "valores" parecidos.
Sacudida a la oposición de Barcelona
La marcha de la portavoz adjunta de Ciudadanos en Barcelona a BCN pel Canvi, plataforma amplia de Manuel Valls y Eva Parera, significa un pequeño seísmo en la oposición política en Barcelona. La también doctora en Psicología era la número dos de la líder municipal de Luz Guilarte en la fuerza liberal.
De hecho, Guilarte y Barceló deshicieron la coalición con el partido de Valls en 2019, cuando los dos concejales de este partido y Celestino Corbacho, que permaneció en Ciudadanos, votaron a favor de la investidura de Ada Colau como alcaldesa de la Ciudad Condal. Cortaron así el paso al independentismo, que esperaba hacerse con la capital catalana tras la victoria electoral de Ernest Maragall (ERC).