Barcelona Energia (BE) obtiene un un 94,93% de su negocio del ayuntamiento. La eléctrica municipal de Ada Colau ha pinchado en los hogares de los vecinos de la Ciudad Condal. Tiene solo un 3% de clientes particulares, un total de 3.651 de los 20.000 que prometió Barcelona en Comú al lanzarla. Depende de lo público.
Lo atestigua el Balance económico de Barcelona Energia 2018-2020, avanzado por Metrópoli Abierta, y que se presenta hoy martes en comisión municipal a petición de Ciudadanos. El informe es demoledor. En 2020, BE facturó 23,7 millones de euros, de los cuales 22,5 fueron a la Administración local. La energética pública generó una facturación a particulares de apenas 819.937 euros, y redondeó su dependencia del sector público con otros 224.643 euros cargados a Tersa, grupo de valorización de residuos participado por el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y, también, el ayuntamiento.
3.651 clientes privados de 20.000
Estas cifras las apostillan las de abonados. Barcelona Energia sumaba el pasado año 3.651 clientes. Esta cifra se queda muy lejos de los 20.000 usuarios que el gobierno municipal anterior, liderado también por BComú, prometió para el primer año.
El global de puntos de suministro alcanza los 8.331, aunque el guarismo es poco significativo, pues hasta 4.680 pertenecen a servicios públicos, esto es, a la autocontratación del Ayuntamiento de Barcelona para equipamientos municipales y, también, alumbrado público, entre otros.
Ciudadanos: "Fracaso"
A colación de estas cifras, Ciudadanos ha valorado que la fuerza naranja es partidaria de una comercializadora pública de energía, "siempre que sea viable económicamente y que no le cueste dinero a los contribuyentes". No obstante, Barcelona Energia no se encontraría en esta tesitura. "Por los números que nos presentan vemos que es todo lo contrario. Cuando cerca del 95% de los ingresos provienen del propio ayuntamiento, la supuesta autonomía energética queda en entredicho", han defendido fuentes de la formación.
"Prácticamente --han continuado fuentes del partido que lidera Luz Guilarte-- comercializa sus servicios a un cliente, que es el Ayuntamiento de Barcelona. Con los números de Barcelona Energia se demuestra que no es competitiva ni atractiva". Desde Cs recuerdan que "del total de la cifra de negocio de 2020, solo algo más del 3% proviene de clientes particulares, lo que revela el enorme fracaso que representa el proyecto".