El fundador de Mediapro, Jaume Roures, ha negado que Pablo Iglesias se vaya a incorporar en el grupo audiovisual en el corto plazo. En una entrevista en Rac1, el empresario y activista ha rechazado la información que apuntaba que el líder de Podemos dejaría la política y se embarcaría en un "proyecto" con su conglomerado mediático, aunque ha dejado en el aire saber si se exploró esta posibilidad. "Fue un invento para que no le votasen", ha argumentado sobre la información que se filtró. Es la primera vez que se pronuncia de forma abierta sobre ello, ya que su conglomerado permaneció en silencio hasta después de la cita electoral.
En declaraciones en El Español, en cambio, el magnate ha asegurado que “si Pablo quiere hacer una serie sobre la monarquía, a lo mejor me lo pienso”. “No hemos hablado. Pero, ¿y si fuéramos a hacer algo? ¿Qué tendría de malo? ¿Sería pecaminoso?”, ha sentenciado.
Fue el diario Abc el que publicó el pasado viernes que Iglesias preparaba desde "hace semanas" su retirada de la política, ante un previsible batacazo en las elecciones a la Asamblea de Madrid, a las que se presentó como cabeza de lista de su formación. Para Roures, la intención de dicha información "durante la campaña" era "que no le votasen". No ha comentado si se estudió esta operación, ya que el exministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 ha manifestado de forma pública que quiere volver al "periodismo crítico" y a la universidad.
Roures e Iglesias
Esa será su salida tras unas elecciones en que Podemos continuará en la Asamblea de Madrid, pero como la última fuerza del hemiciclo. Iglesias anunció la misma noche electoral que efectivamente, deja la política. Con todo, Roures incide en que no ha cerrado ningún acuerdo con él para el futuro más inmediato.
Cabe tener en cuenta la proximidad del empresario y el líder de Podemos. La buena relación viene de lejos y se mantiene intacta. De hecho, ha sido Roures el que ha propiciado en varias ocasiones el acercamiento de Iglesias al independentismo catalán.
Mediapro y la política
Mediapro, además de un grupo audiovisual, es una empresa con un perfil político que sus promotores no esconden. Otrora, su fundador junto a Tatxo Benet había sido muy próximo al socialismo de Zapatero, aunque el fracaso del diario en papel Público propició una ruptura con el PSOE. Ahora, la refundación de esta marca como un medio digital lo situó próximo a los postulados políticos de Unidas Podemos. De hecho, Juan Carlos Monedero ha trabajado con ellos en, precisamente, el desarrollo de contenido audiovisual.
En Cataluña, la productora de Roures y Benet se ha situado en los últimos años como uno de los principales defensores del procés, ha vendido abundante material a TV3 y ha protagonizado numerosos escándalos. El último, la venta de ocho capítulos de una serie sobre el juicio a los acusados de organizar el 1-O de claro sesgo independentista que han costado al erario público 440.000 euros. Además de que la Generalitat no quiere informar de dónde sale esta cantidad, existen voces que apuntan que el Govern habría destinado recursos destinados a la pandemia a su adquisición, y aparece en las grabaciones del caso Voloh.