Ni arrepentimiento ni disculpas a la ciudadanía. El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, se reafirma en las acciones que le llevaron a ser condenado por sedición por su papel en el procés independentista catalán en declaraciones al diario The New York Times, en el cual insiste en que "lo volvería a hacer todo. En algún momento, España tendrá que reflexionar y preguntarse qué harán conmigo. ¿Eliminarme? No pueden. No pienso pedir perdón".
El rotativo estadounidense destaca en su portada la situación de Cuixart con un artículo titulado "Los separatistas catalanes se convierten en un dolor de cabeza para España, incluso desde la cárcel". Según el dirigente de la entidad nacionalista subvencionada por la Generalitat, la que "necesita cambiar" es España, y no él, porque, a su juicio, lo que persigue es que él y el resto de políticos encarcelados por el referéndum ilegal de secesión del 1-O cambien sus ideales.
González Laya: "Violaron la ley"
El diario explica en su página que para las autoridades españolas Cuixart es "un criminal peligroso, condenado por sedición" junto a otros líderes independentistas, mientras que para sus partidarios es un preso político.
El artículo también recoge declaraciones de la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, que rechaza que sean presos políticos y asegura que están en la cárcel porque son "políticos que han violado la ley".
Cañas: "Han roto la sociedad catalana"
El texto incluye declaraciones del expresidente de la Generalitat fugado de la justicia Carles Puigdemont, que estuvo al frente del Govern en la jornada del referédum ilegal del 1-O. A su modo de ver, esta situación representa para España "un golpe duro y recuerda" épocas pasadas como la de la dictadura franquista, cuando se perseguía a oponentes políticos, según expone el exmandatario posconvergente de JxCat, partido al mando de la Generalitat.
También incorpora la opinión del eurodiputado de Cs Jordi Cañas, contrario a la independencia, que asegura que no puede perdonar a los líderes independentistas porque "han roto la sociedad catalana", y que ello ha provocado que tenga amigos con los que ya no se habla desde entonces.