TV3 ha tardado ocho años en emitir Pujol, los secretos de Andorra, un documental con el que la cadena pretendía salir al paso a las críticas sobre la falta de rigor en el tratamiento del caso de corrupción que afecta a la familia del expresidente de la Generalitat. El resultado es un reportaje que aporta pocas novedades, en el que se incide en el papel de la “policía patriótica” del Estado en la investigación y de las cloacas del comisario Villarejo. La cadena ya prepara otro documental sobre la monarquía que se llamará La corona retratada.
Buena factura, excelente posproducción. El documental se nutre de imágenes de archivo, sobre todo de las grabadas en la comisión de investigación del Parlament donde compareció Jordi Pujol junto a su familia tras confesar que había ocultado dinero procedente de un legado familiar en Andorra. Josep Pujol Ferrusola, hijo del expresidente, y la grabación de un “espía” del Estado que supuestamente presionó al banco andorrano donde estaba depositado el patrimonio de la familia, fueron los platos fuertes del espacio.
Críticas a la cadena por blanquear a Pujol
TV3 ha emitido el documental ocho años después de que comenzara la instrucción de la causa. Si hasta ahora no se había abordado este caso de supuesta corrupción es, aseguran sus responsables, porque había mutismo absoluto por parte de los protagonistas. Desde entonces, y tras la confesión del propio Jordi Pujol, la cadena catalana entrevistó el expresidente para dos documentales sobre los Mossos d’Esquadra y las ayudas al tercer mundo, lo que suscitó críticas al blanqueo de la imagen del político, ya que, en paralelo, TV3 ha emitido programas sobre otros casos de corrupción, como El virus de la Corona, emitido también en el espacio 30 minuts, dirigido por Carles Solà. De hecho, TV3 ya ha anunciado que prepara otro documental sobre la monarquía española que se llamará La corona retratada. También incluyó en su parrilla Las cloacas de Interior.
El Parlament aprobó una resolución en la que se instaba a la televisión autonómica a ofrecer un tratamiento riguroso sobre la familia Pujol –Junts per Catalunya fue el único grupo que votó en contra de esa iniciativa--.
Un altivo Pujol ante el Parlament
Uno de los principales escenarios del documental emitido ayer es precisamente la Cámara catalana, donde un altivo Jordi Pujol compareció en la comisión de investigación y advirtió de las consecuencias de agitar el árbol del que “si se toca la rama caerán todas”, mientras que su esposa, Marta Ferrusola, aseguraba que la familia no tenía “ni cinco”. Dos meses antes el propio Pujol había confesado.
Josep Pujol Ferrusola, uno de los testimonios estrella del documental, apunta a las “cloacas del Estado”, es decir, a la mano larga del comisario Villarejo, al que supuestamente habrían encargado “sacar lo que fuera” de la familia Pujol. En este sentido, el reportaje alude a la llamada “operación Cataluña” --presunta conspiración del Estado contra el independentismo-- y a las supuestas presiones de espías del Ministerio del Interior al banco andorrano donde Pujol tenía su dinero oculto. Una grabación reproducida en el documental abunda en ello.
"Le tenían ganas"
Como no podía ser de otra manera, Pujol Ferrusola intenta defender a su padre de quien “le tenía ganas” y justifica la decisión de su abuelo Florenci de dejar un legado a su padre ante la posibilidad de que este se hubiera tenido que exiliar si el golpe de Estado del 23F hubiera prosperado.
Periodistas --ninguno especializado en tribunales-- y economistas desfilan por el documental, así como Jaume Asens, abogado que ejerció la acusación popular en representación de Podem, y el exfiscal jefe de Cataluña José María Mena, quien investigó a Pujol en el caso Banca Catalana, y que considera que el expresidente “se equivocó” con una confesión que interpreta en clave de cortafuegos familiar.
¿Legado exclusivamente o fortuna acumulada con negocios turbios? El juez de la Audiencia Nacional considera que procede de la corrupción y acusa a la familia de “organización criminal”, según se refleja en el documental, donde también se hace referencia a la famosa grabación de la comida en el restaurante La Camarga entre la expresidenta del PPC Alicia Sánchez-Camacho y Maria Victoria Álvarez, examante de Jordi Pujol Ferrusola, pieza clave del entramado.