Dirigentes de ERC y Junts per Catalunya (JxCat) han puesto de manifiesto este sábado su desacuerdo en torno a la confección del Gobierno de la Generalitat que escenificaron el día anterior en la fallida sesión de investidura de Pere Aragonès aunque si han mostrado un punto de coincidencia, éste ha sido el de descartar una repetición electoral.
Albert Batet, presidente de JxCat en el Parlament, ha hecho hincapié en las diferencias que separan a ambas formaciones en este punto al asegurar que ve lejano un posible acuerdo para hacer presidente a Aragonès, que ha ejercido como tal en los últimos meses tras la inhabilitación de Quim Torra.
Inquietud por la CUP
En declaraciones a Catalunya Ràdio, Batet ha situado en el centro de estas diferencias el apoyo de la CUP a ERC, toda vez que ha destacado su preocupación determinadas propuestas y prioridades de esta formación, en especial en lo que se refiere a la colaboración público-privada de las escuelas catalanas o sobre el modelo de concertación pública y social.
Sin embargo, el dirigente ha descartado por completo un escenario en el que se agote el plazo de dos meses para la investidura, lo que abocaría a una nueva consulta electoral.
Desencuentro mínimo
En este mismo sentido se ha pronunciado la secretaria general adjunta y portavoz de ERC, Marta Vilalta, que incluso se ha mostrado algo más optimista al considerar que las diferencias entre las formaciones “no son insalvables”.
En el mismo medio de comunicación, Vilalta ha hecho un llamamiento a superar los puntos de desencuentro “que para nosotros son mínimos y hagámoslo posible”, en referencia a investir a Pere Aragonès como presidente. Eso sí, ha coincido con Batet en que “no nos podemos permitir ni mucho menos ir a otras elecciones”.
Vía a la autodeterminación
Otro punto en común ha sido la referencia a la necesidad de que el acuerdo vaya más allá de un mero pacto de investidura. En este sentido, Batet ha instado a alcanzar una unidad estratégica que permita avanzar hacia la autodeterminación.
A este respecto, Vilalta ha admitido que el futuro del llamado Consell per la República puede ser una de las diferencias que aún quede en el aire y que su papel en el futuro podría ser objeto de negociación más adelante. Por lo demás, ha remarcado que la hoja de ruta de ambos partidos está prácticamente cerrada.