Tres de cada 10 libros para niños adquiridos por las bibliotecas catalanas son en castellano. Y de cada cien ejemplares con temática de historia o política, 96 se refieren exclusivamente a Cataluña y cuatro a España. Así se desprende de un estudio elaborado por la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) basado en un análisis de las compras para la sección infantil, de las bibliotecas públicas, del Sistema Bibliotecario de Cataluña [se puede leer en este enlace]
La Consejería de Cultura, máximo responsable y con competencias transferidas del Gobierno de España, asesora y colabora en la adquisición de fondos de las bibliotecas, pero de su realización se encargan las diputaciones provinciales. En total 417 equipamientos repartidos en las cuatro provincias catalanas.
El estudio de las adquisiciones entre el año 2017 y 2019 constata "un fuerte sesgo lingüístico y político en la política de compras para el público infanti". Así, según los autores, menos de tres de cada 10 libros comprados para niños de hasta 12 años, son en lengua castellana. Asimismo, la incorporación de nuevos títulos sobre la historia o la organización política de España es residual. De cada 100 ejemplares con temática de historia o política, 96 se refieren exclusivamente a Cataluña y cuatro a España.
Discriminación del castellano
La evolución de los datos en los tres años analizados muestra que desde el 2018 ha disminuido aún más la compra de libros en castellano. Si la media en 2017 era de un 34% sobre el total, en los dos años siguientes la media de las cuatro provincias catalanes sólo alcanza el 25%.
Mientras que las bibliotecas de la Diputación de Barcelona se acercan a datos proporcionales, sobre todo a partir de 2018, las del resto de provincias evidencian una discriminación del castellano, siendo especialmente negativas las cifras de Lleida en todo el periodo analizado, con un 16% sobre el total en el último año.
Historia y organización política
El análisis de la compra por temas se ha focalizado en aquellos contenidos relacionados con las fiestas autonómicas y nacionales, la organización política y la historia. Partiendo del título del libro se ha realizado una búsqueda de aquellos que contengan “palabras clave” referentes a Cataluña y España, siempre entre los incorporados al fondo de las bibliotecas entre 2017 y 2019.
La media anual de nuevos títulos con temática relacionada exclusivamente con Cataluña es de 36,8 por año, mientras que la relativa a España es de 1,3. La desproporción se amplia en el número de ejemplares adquiridos para cada uno de sus títulos.
El informe evidencia como se relegan los contenidos referidos a España y se incluyen libros que ofrecen una visión de Cataluña coincidente con la del poder nacionalista.
Sociedad bilingüe
La AEB denuncia con este informe que "las adquisiciones de las bibliotecas públicas no responden a la demanda de una sociedad bilingüe, sí responden en cambio al objetivo de transmitir al público infantil que la única lengua de cultura es el catalán y que además es la única lengua de los catalanes, siempre por tanto en sintonía con lo que ya aprenden, escuchan y perciben a diario en la escuela".
"Esta política de discriminación del español --añaden--, que facilita la exclusión de las referencias al resto de España, se completa con una selección de libros enfocados hábilmente al público infantil. Libros que, con las píldoras de información necesarias, permiten construir ese relato de agravios de España a Cataluña que coincide con el que describe el programa 2000. Es especialmente preocupante la introducción sistemática en un gran número de bibliotecas de libros destinados a los sucesos del 1 de octubre de 2017, cuando estos hechos han merecido el reproche de los tribunales".
La AEB reclama a la Generalitat "asumir los principios y valores del sistema de bibliotecas español y el Gobierno de España" y "velar por la defensa de la pluralidad", pues "los lectores menores de 12 años deben poder acceder a contenidos respetuosos con los programas educativos en lo que hace referencia a la Historia de España, a la Constitución, al Estatuto de Autonomía, a las tradiciones y a la diversidad lingüística".
La AEB remitirá copia de este informe al Ministerio de Cultura, el Defensor del Pueblo y a la Comisión de Cultura y Educación del Parlamento Europeo.