La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha aprovechado hoy la photo opportunity de la comisaría de la Guardia Urbana atacada ayer por radicales tras una marcha en favor de Pablo Hasél. La primera edil ha visitado la sede policial vandalizada y ha arropado a los agentes, pero no ha dicho nada de la Junta Local de Seguridad, que aplazó la pasada semana.
La munícipe, acompañada de Albert Batlle, teniente de alcalde de Prevención y Seguridad, ha deslizado que esta semana se encontrará con Miquel Sàmper, titular de Interior, para analizar cómo atajan la Administración autonómica y local los altercados que se han producido en las últimas semanas.
Sin noticias de la Junta
El cónclave entre el Ayuntamiento de Barcelona e Interior podría celebrarse mañana lunes, han precisado después fuentes municipales. Lo que no será es una Junta Local de Seguridad, mesa de coordinación formal entre las dos Administraciones, sí, pero también con Policía Nacional, Guardia Civil, la judicatura y Fiscalía, entre otros entes.
El espacio de diálogo formal fue aplazado la pasada semana en ocasión de los primeros disturbios perpetrados por antisistema que protestaban contra el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél. Colau respondió que convocaría la Junta "próximamente", pero ello no ha ocurrido.
"Unas decenas de personas"
La jefa de corporación de Barcelona fue de las primeras en condenar la violencia ayer en Barcelona. Esta vez, la política de BComú respondió con rapidez y se avanzó incluso a los representantes del Govern. Hoy ha vuelto a mostrar su repulsa contra las algaradas que protagonizan "unas decenas de personas", enfrentamientos "que no tienen nada que ver con la libertad de expresión".
Lo ha dicho Colau desde la comisaría de la Unidad Territorial (UT) 1 de la Guardia Urbana de Barcelona, que con el de ayer suma dos ataques por parte de los vándalos desde que empezaran las marchas contra la entrada en prisión de Hasél.