Los equipos negociadores de PSC y En Comú Podem se han reunido de nuevo para abordar la constitución del nuevo Parlament y el gobierno de la Generalitat .
El PSC ha insistido en la idea de que la presidencia del Parlament la debe ocupar una mujer de izquierdas, ante la propuesta independentista que apuesta por una presidencia de la CUP o de Junts per Catalunya (JxCat). La elección de ese cargo se ha convertido en un verdadero escollo en las negociaciones para formar el futuro Govern tras las elecciones del 14F. Entre otros motivos, porque tanto la CUP como los comunes quieren formar parte de la Mesa, órgano que gestiona las iniciativas parlamentarias. Pero la aritmética parlamentaria impide que las dos tengan representación en esa Mesa al mismo tiempo.
Los socialistas ha entregado un documento con diferentes propuestas para cerrar el paso a Vox en las posiciones institucionales del Parlament, siempre que sea posible. Esa estrategia pasaría por coordinar el voto entre las distintos grupos para evitar que un diputado de la extrema derecha sea miembro de la Mesa del Parlament. Una medida que el PSC quiere hacer extensiva a las mesas de las comisiones de la Cámara catalana. Algo que no puede aplicarse a la Comisión de Materias Secretas y Reservadas, donde todos los grupos deben tener representación, según establece el reglamento del Parlament.
Reducir las alusiones personales
Los socialistas, que también rechazan que Vox coordine los intergrupos, insta a las otras formaciones a no firmar las iniciativas legislativas, propuestas de resolución, enmiendas o transacciones que presenten Vox, así como solicitudes de comparecencia, mociones de censura o comisiones de estudio o de investigación. Finalmente, el PSC sugiere reducir al mínimo las alusiones personales a los diputados de Vox en los debates.
PSC y En Comú Podem se han emplazado a mantener un nuevo encuentro en los próximos días.