La falta de entendimiento entre ERC y JxCat para iniciar la próxima legislatura en Cataluña se hace evidente incluso ante las cámaras. La portavoz de los republicanos, Marta Vilalta, ha asegurado que el “mensaje claro” que salió de las urnas el 14F es el de apostar por un Govern “del diálogo” y no el de repetir la declaración unilateral de independencia que reivindica la formación de Carles Puigdemont.
“Los conflictos políticos y democráticos se deben resolver de forma política y democrática, y eso implica usar la palabra y la negociación”, ha manifestado la política en una entrevista en RTVE. Exige que este diálogo con el Ejecutivo de coalición con PSOE y Podemos se explore en la nueva legislatura “al máximo” y no como ocurrió en la anterior, “que se quedó en una sola sesión”.
Es decir, el encuentro que tuvo lugar en el Palau de Pedralbes de Barcelona en diciembre de 2018. Cabe tener en cuenta que, poco después, el primer Ejecutivo de Pedro Sánchez tuvo que convocar de nuevo elecciones al no poder sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado de ese año y que eso llevó a dos procesos electorales en el país hasta llegar a la composición actual de las Cortes y de Moncloa.
Referéndum y aministía
Vilalta ha remarcado que el objetivo político que persigue su partido no es el de dar forma a un equipo que vuelva “a la unilateralidad”. Reivindica el espíritu del “3 de octubre”, fecha de la primera protesta denominada paro de país, y que para los republicanos es la “imagen más transversal de la calle en los últimos años” al incluir no solo a los comunes, que los de Jéssica Albiach se sumen a su Govern parece ser el máximo objetivo, sino también los sindicatos y patronales como Pimec y Cecot. Todo ello, bajo el paraguas del “referéndum y amnistía” que ha sido casi un lema de campaña del partido de Oriol Juqueras.
Esta reivindicación les separa de JxCat, aunque la portavoz republicana indique que, “con la boca pequeña”, los neoconvergentes relajan su mensaje. No parece que la estrategia defendida desde Waterloo sea la de dar un paso atrás. JxCat contempla otras estrategias y la diputada Judith Toronjo, miembro de las juventudes de la formación, ha dejado claro que están dispuestos a “volver a la oposición” si no se cumplen sus planes rupturistas en un debate político en Catalunya Ràdio.
Independentismo “de izquierdas”
Y cada día que pasa se incide más en ello, hecho que complica que se puedan apear de la promesa de la DUI en un giro de guion que los mantenga en la Generalitat al aceptar las condiciones de ERC. Más, cuando la propia Vilalta ha admitido que ni siquiera han fijado fecha de encuentro público para empezar a negociar. Ambos partidos independentistas solo se han visto con la CUP, otro actor indispensable en la ecuación pero con posiciones más pragmáticas que JxCat en la estrategia rupturista.
Los republicanos hablan de un “camino amplio” en la defensa del “independentismo de izquierdas” que permita pactar un referéndum de autodeterminación y, a la vez, “desarrollar políticas públicas”. JxCat inició el baile para conformar Govern con la afirmación de que se había llegado a un empate técnico con los republicanos, cuestión que las cifras de las votaciones niegan, y con el mensaje de que Puigdemont es aún el “presidente legítimo” de la Generalitat, en palabras de la también diputada Elsa Artadi.
Aragonès, presidente “efectivo”
Vilalta incluso enmienda esta afirmación. Asegura que es el “130 presidente de la Generalitat y así lo será siempre” pero reivindica que Pere Aragonès se convierta en el “presidente efectivo que estará ante un Govern que esperemos que sea lo más amplio posible” y que se conforme sin mayor dilaciones.
En este cruce de declaraciones parece cada vez más difícil que se repita una coalición marcada por las profundas desconfianzas que se han cultivado en los últimos meses, cuando los desplantes y las deslealtades entre socios han ido in crescendo.
Se mantienen los vetos cruzados entre ERC y el PSC de Salvador Illa para alcanzar el tripartito de izquierdas que reivindican los comunes pero, tal y como ha avanzado Crónica Global, este no es el único escenario posible de un pacto entre los tres actores. ¿Será la presidencia del Parlament y la estabilidad en Madrid la moneda de cambio para desbloquear la investidura? El baile sigue abierto.