Los vetos cruzados entre partidos marcaron la campaña de las elecciones del 14F. Y se han hecho extensivos a la negociación de la investidura. Hasta ahora. Porque sectores del PSC comienzan a plantear la necesidad de una cierta flexibilidad con ERC, tras constatar que los republicanos están enfriando un hipotético acuerdo con Junts per Catalunya (JxCat) debido a las exigencias de máximos que supone una declaración unilateral de independencia (DUI). No es ajeno a ese debate, abierto en la formación socialista tras los comicios del pasado domingo, el hecho de que Moncloa vería con buenos ojos un pacto que dé estabilidad a Pedro Sánchez a nivel nacional.
Tras ganar las elecciones en votos y empatar a escaños con ERC (33), los socialistas tienen una sensación agridulce. Son conscientes de que la aritmética parlamentaria es complicada, pues los republicanos han dado prioridad a un acuerdo independentista con JxCat y CUP, extensivo a En Comú Podem. Pero las exigencias de máximos de Carles Puigdemont enturbian las vísperas de las reuniones previstas. El de Waterloo reclama independencia unilateral y unidad estratégica en el Congreso. Esto es, pasar página de la apuesta por el diálogo de ERC, cuyos votos facilitaron la investidura de Pedro Sánchez y la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.
Solo dos años de mandato
Desde el PSC se asiste a esa relación, cada vez más imposible entre quienes han sido socios de gobierno durante esta legislatura. Y crece el convencimiento de que, finalmente, Esquerra intentará un Ejecutivo con los comunes, que presionan desde hace tiempo con un tripartito que vetan tanto Salvador Illa como Pere Aragonès. Ambos han abierto la ronda de negociaciones para someterse a la investiruda.
Pero tras la efervescencia electoral, llega el momento de la reflexión. La estabilidad de Sánchez quedaría apuntalada con un apoyo a ERC, al menos desde fuera de ese gobierno de izquierdas. “Por el bien del interés colectivo, quizá tendríamos que tragarnos algunos sapos, pero no todos quieren en el partido”, explica un dirigente territorial del PSC, respecto a la necesidad de flexibilizar el rechazo a Esquerra.
“Si repiten pacto de Gobierno JxCat y ERC, van a durar menos de dos años. Después igual ganamos nosotros con una mayoría más holgada. Aunque formen gobierno los independentistas, han perdido”, explica otro candidato.
Palabra de Montilla
Desde el PSC dudan de que Aragonès acabe cediendo con la DUI. Y si descarta esa vía unilateral, será JxCat la que se desmarque. Ante este hipotético bloqueo, y deshechada una repetición electoral arriesgada, se vuelve al punto de partida: la de explorar una alianza de izquierdas. El expresidente de la Generalitat, José Montilla --que presidió un tripartito formado por PSC, ERC e ICV--, es partidario de buscar "vías de entendimiento" entre el PSC y ERC para evitar que se repita un Govern independentista. "La posibilidad de buscar vías de entendimiento entre los ganadores de las elecciones (el PSC) y los ganadores del bloque independentista (ERC) es una oportunidad que no deberíamos dejar pasar", escribe Montilla en su web.
Tal como informó ayer Crónica Global, Illa y la candidata de En Comú Podem, Jèssica Albiach, hurgan en las divisiones internas de ERC, donde conviven dos almas. La más identitaria y la que pone el acento en el eje de izquierdas y las políticas sociales.