Junts per Catalunya ha arrebatado la victoria a ERC en Girona, plaza fuerte del nacionalismo más irredento. La formación posconvergente se presentaba a las elecciones con una lista nacida al calor de unas primarias plagadas de frikismo. El tono beligerante de los candidatos junteros ha decantado la balanza del lado de la candidatura liderada por Gemma Geis, una joven dirigente muy próxima a los postulados del expresidente Carles Puigdemont. La apuesta por un independentismo hiperventilado, con tintes incluso xenófobos, ha convencido al electorado del feudo procesista.
La fórmula ha tenido éxito. En la demarcación, Junts ha conseguido siete escaños frente a los cuatro de Esquerra --los otros han ido al PSC (tres), la CUP (dos) y Vox (uno)--. Además, la formación ha ganado los comicios en la capital con 11.818 votos, el 32,77% del total, con un 96,84% del voto escrutado. Pese a que este dato supone un ligero retroceso respecto a la última cita electoral, la candidatura puigdemontista ha vencido cómodamente frente a la lista republicana liderada por la consejera de Agricultura Teresa Jordà.
Marea 'juntera'
De los 221 municipios del territorio, Junts ha quedado en primer lugar en 195 localidades. Tanto en las concentraciones de población más grandes, como Figueres, Olot y Salt, como en la miríada de enclaves con menos de 1.000 habitantes, los candidatos de Puigdemont se han aupado al podio electoral por encima de republicanos y socialistas. Por su parte, ERC ha logrado consolidar su fuerza en la franja septentrional de la provincia, en pueblos como Sant Climent de Sescebes y Llançà.
El PSC, que ha cosechado el 16,71% de apoyos, ha conservado su poder local en ciudades costeras como Blanes, Roses y Lloret de Mar, que ya habían resistido el embate del secesionismo en ocasiones anteriores. La CUP se ha recuperado del retroceso que sufrió en 2017 y ha logrado la cuarta posición con un 10,71% de sufragios; mientras que por detrás se ha situado Vox, con el 6,12%. Además, los derechistas han dado la sorpresa y se han impuesto en Vilamalla con 102 votos frente a los 85 de ERC y los 87 de Junts.
Desplome de Cs
Como en el resto de Cataluña, la participación ha caído significativamente respecto a los últimos comicios. En la capital gerundense, ha votado el 54,55% de los 63.716 electores llamados a las urnas en la capital gerundense, cuando en 2017 la participación fue del 82,61%.
Al igual que en otras demarcaciones, la abstención ha castigado duramente a Cs y, en menor medida, al PP. La formación socioliberal ha bajado en 16,25 puntos porcentuales y ha logrado sólo el 3,03% de los votos frente al 19,72% de hace tres años, cuando obtuvo cuatro escaños. Los populares, por su parte, han alcanzado el 2,41% de las papeletas, quedando por detrás del PDECat, que ha sacado el 3,03% de los apoyos. Ninguna de estas organizaciones ha logrado escaño.