El PSC ha barrido al partido de la alcaldesa Ada Colau a dos años de las elecciones municipales, que se celebrarán en 2023. Los socialistas han ganado los comicios autonómicos también en la Ciudad Condal 18 años después de erigirse como fuerza más votada en la capital catalana: ocurrió en 2003. 

Seis citas electorales regionales después, los de Salvador Illa han vuelto a demostrar que tienen tirón en la segunda mayor ciudad española. Ganan en la urbe con poco más de 146.000 votos (23,56%, 9,07 puntos más que en 2017), por delante de una ERC que se desfonda, pierde 73.097 apoyos con respecto a las últimas autonómicas y se repliega a la segunda posición con el 19,07% del total. 

Colau, cuarta plaza a la baja

En unas elecciones tradicionalmente desfavorables para los comunes --el espacio político de Ada Colau--, la fuerza se atrinchera en la cuarta plaza con 57.000 sufragios y el 9,19% del total de papeletas. La confluencia de izquierdas, no obstante, siente la irrupción de Vox, que se coloca como quinta preferencia de los electores con más de 44.000 votos y el 7,15%. 

El papel de la formación de Colau, no obstante, es bueno si se compara con la debacle de Junts. El nuevo partido del expresidente catalán prófugo, Carles Puigdemont, logra 111.021 votos y el 17,87%, tercera fuerza. Se deja no obstante casi 80.000 votos con respecto a 2017. 

El PSC, seis de 10 distritos

En el reparto territorial, el PSC se aúpa como partido más votado en seis de los 10 distritos de Barcelona. Son Sants-Montjuïc, Ciutat Vella, Sant Martí, Sant Andreu, Nou Barris y Horta-Guinardó. Con esta victoria, los socialistas tejen de rojo un cinturón que une el Llobregat con el Besòs, el sur con el norte. Por su parte, Junts se alza con la victoria en el Eixample (el distrito más poblado de Barcelona), Gràcia, Sarrià-Sant Gervasi y Les Corts. 

¿Y el resto de fuerzas? La CUP es sexta fuerza en la Ciudad Condal, con cerca de 43.000 votos y el 7% del voto válido. Ciudadanos, que ganó también en la capital catalana en 2017, cae al sexto lugar, con 39.000 votos, 180.000 menos que cuatro años atrás. El PP sufre, pero confirmaría que los electores le otorgan representación incluso con el umbral del 5% en unas municipales: logra 33.000 papeletas y el 5,30%.