ERC y Junts per Catalunya han redoblado su pugna dialéctica en el marco de la campaña electoral de las elecciones autonómicas del 14 de febrero en Cataluña. Los republicanos han instado a "no dejarse engañar" por "falsas promesas" como declarar la independencia unilateral en 2025, algo que Laura Borràs anunció ayer. El partido de Puigdemont, mientras, ha centrado sus ataques en Salvador Illa, candidato socialista a president.
Desde Esquerra, la consejera catalana de Agricultura, Teresa Jordà, ha advertido de que "poner fechas es un riesgo, es peligroso y a veces es mentira y genera frustración". Jordà ha apostillado las palabras de Marta Rovira, secretaria general, que ha emplazado a "no engañarse", y las de Pere Aragonès, cabeza de cartel, que ha llamado a "seguir sumando" y no centrarse en "las declaraciones y anuncios".
Junts, contra Illa
La respuesta de ERC a la promesa de Junts de que levantará la fallida DUI de 2017 ha llegado en un día en el que los de Borràs y Puigdemont han centrado sus envites dialécticos en Salvador Illa, candidato del PSC a presidente catalán. La cabeza de lista por Barcelona ha tildado al exministro de Sanidad de "producto defectuoso que han enviado a Cataluña".
Por su parte, el expresidente catalán fugado a Bélgica, Carles Puigdemont, ha intervenido telemáticamente en un mitin de Junts en La Seu d'Urgell (Lleida) para asegurar que Illa ha mostrado su "incompetencia acreditada". Según el ex jefe del Ejecutivo autonómico, el ex miembro del consejo de ministros es "el peor" en los ránquines de gestión de la crisis pandémica.
El pasado, de nuevo presente
Como ya ocurriera ayer entre Joan Canadell, dos de Junts, y Oriol Junqueras, presidente de ERC, los dos partidos centrales del independentismo se han enfrentado públicamente por el pasado de los neoconvergentes, herederos, entre otros partidos, de la extinta CiU. La consellera Teresa Jordà ha recordado que los de Aragonès "están aquí para dejar atrás dinámicas sociovergentes", aunque ello no guste "al Ibex, a la Moncloa y a otros que prefiero no nombrar".
De nuevo, un mísil dialéctico de los republicanos contra el partido de Borràs y Puigdemont, que emergió de otra fuerza, CiU, implicada en diversos episodios de corrupción, algunos de los cuales irresolutos, como el caso 3%.