Los líderes del independentismo vuelven a tirar de victimismo para maquillar los delitos que cometieron durante el procés --sedición y malversación, según la justicia--, un pulso al Estado que culminó con el referéndum ilegal del 1-O. "Represión" y "venganza" son, pues, las palabras repetidas por los representantes de ERC y Junts tras conocer la inhabilitación del actual conseller de Acción Exterior, Bernat Solé, por desobediencia en aquella jornada de votaciones de octubre del 2017, cuando era alcalde de Agramunt (Lleida).
El vicepresidente en funciones de presidente y candidato de ERC a las elecciones del 14 de febrero, Pere Aragonès, ha tachado la inhabilitación de Solé de "represión y venganza". En un breve mensaje en Twitter, el republicano ha afirmado: "Los volveremos a derrotar en las urnas. Nos encontrarán de pie defendiendo la democracia y la libertad". Tras ello, ha mostrado su apoyo al conseller. La portavoz del partido, Marta Vilalta, también habla de "represión" y afirma que recurrirán la sentencia.
Las contradicciones de Budó
El presidente del Parlament, Roger Torrent, también ha escrito un tuit en términos similares, ya que ve la inhabilitación de Solé como "un nuevo acto de venganza por el 1 de octubre" y "un episodio más de la causa general contra el independentismo". "A golpe de sentencia no acabarán con las aspiraciones democráticas de la mayoría de este pueblo. Todo el apoyo, Bernat Solé. Amnistía y autodeterminación", ha zanjado. El republicano afirma con sus palabras que son mayoría los catalanes que quieren un referéndum.
También se ha pronunciado la consellera de la Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó. En su opinión, "permitir que la gente vote nunca debería ser delito". "En este país la represión no se para y se piensan que se puede decidir todo a golpe de sentencia judicial. Todo el apoyo, conseller Bernat Solé", ha dicho en un apunte en Twitter. Lo dice, sin embargo, cuando el Govern pretende suspender sine die las elecciones al Parlament con el pretexto de la pandemia; es decir, cuando impide el funcionamiento normal de la democracia.
Torra no se pierde una
Quien tampoco ha desaprovechado la ocasión de tuitear es el expresidente Quim Torra, también inhabilitado por desobediencia --aunque por la negarse a retirar de la Generalitat la pancarta a favor de los políticos presos en periodo electoral--, aunque disfruta de un sueldo de 100.000 euros por los servicios prestados. "Hacen lo que quieren, como quieren y contra quien quieren".
"Inhabilitar a un alcalde por el referéndum del 1-O no es justicia, es bararie. Me parece que todos tenemos claro que la única manera de dejar atrás este Estado vengativo y demofóbico es con la República Catalana", ha tuiteado Torra.
Puigdemont: "Sin freno"
Del mismo modo, el fugado Carles Puigdemont --principal responsable del 1-O--, ha mostrado su apoyo a Solé y ha calificado la condena de "injusta". "No hace más que confirmar que la represión sigue intacta. Han pasado más de tres años del referéndum y el Estado continúa reprimiendo, sin freno", ha escrito.
Por su parte, el presidente de ERC, Oriol Junqueras --que cumple 13 años de cárcel por el 1-O--, ha afirmado que el Govern puso las urnas por "encargo de la ciudadanía". "Cuando juzgan a uno [alcalde], juzgan a los dos millones de catalanes y catalanas" que votaron en aquella fecha.
Los comuns: "Judicialización de la política"
En cambio, Jéssica Albiach (comuns), apuesta por una nueva etapa política "basada en el diálogo y la negociación". Considera esta inhabilitación una "consecuencia nefasta de la judicialización de la política". Por su part, el líder de la oposición, Carlos Carrizosa (Cs), le pide a Solé que dimita.