La designación de Salvador Illa como candidato a la presidencia de la Generalitat supone una doble jugada para el socialismo. No solo eleva la apuesta por Cataluña, donde el PSC sale a ganar con un cabeza de lista que ha convulsionado la campaña electoral, sino que permite una remodelación del Gobierno a la medida de los intereses de Pedro Sánchez, que pasan por incorporar a Miquel Iceta como dique de contención de Pablo Iglesias.
La fecha de esos cambios no está confirmada. El propio Illa asegura que mantendrá la cartera de ministro de Sanidad hasta que comience la campaña electoral. Pero otras fuentes socialistas aseguran que esos relevos se podrían producir antes --los populares han intensificado sus críticas en este sentido--, tras la reunión de la mesa de partidos catalanes prevista para el 15 de enero, en la que se confirmará si la pandemia permite celebrar las elecciones autonómicas del 14F. No obstante, parece que los socialistas catalanes prefieren mantener la doble faceta de ministro y candidato de Illa, máxime cuando el principal rival en las urnas, ERC, acumula errores en la gestión del coronavirus.
Carolina Darias por Illa
Pero de confirmarse el relevo de Illa en Sanidad por Carolina Darias, actual ministra de Política Territorial y Función Pública, donde a su vez podría ser sustituida por Miquel Iceta, la operación Illa tendría un segundo efecto. Y éste no es otro que la incorporación al Consejo de Ministros de un hombre de máxima confianza de Sánchez como es Iceta para contener al líder de Podemos y actual vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias. De hecho, el primer secretario del PSC apoyó a Sánchez en las primarias frente a Susana Díaz.
Y es que la convivencia en el Ejecutivo entre el líder socialista y el podemita es convulsa. “Sánchez necesita a alguien que sea capaz de enfrentarse a Iglesias en los medios, y ese alguien es Iceta, quien confió siempre en él”, recuerdan fuentes parlamentarias. Precisamente ayer, y desde la órbita de la formación morada, se criticaba a Illa por hacer campaña mientras mantiene el cargo de ministro.
La posición de Iceta en un ministerio territorial también es clave en un momento en que las brasas del fuego independentista todavía no están apagadas y los barones socialistas siguen activos.