Se acabó "la política de trincheras". Esa es la idea de Salvador Illa, que entiende que se ha tratado de una política “fácil” que ha acabado “estancando Cataluña”, formando bloques que han paralizado la comunidad. El ministro de Sanidad ha señalado, en su primer acto como candidato del PSC a la Generalitat, presentado por Miquel Iceta, y en un acto telemático con la militancia socialista, que “es absurdo una sociedad cerrada en el siglo XXI”, y que ofrecerá “diálogo” para dejar atrás la Catalana “de los bandos y los bloques”.
En un discurso con una combinación casi igual entre catalán y castellano, Illa ha insistido en que el “diálogo” deberá estar presente, para “no renunciar a ninguna Cataluña”, insistiendo en que él se siente “catalán, español y europeo”, y que no quiere prescindir de ninguna de esas características. La frase la ha repetido como un latiguillo constante durante toda su intervención, tras reclamar la herencia socialista de "dirigentes como Pasqual Maragall o José Montilla".
Dejar atrás la "Cataluña enrocada"
Su experiencia en Madrid le ha llevado a asegurar que ha visto Cataluña desde una perspectiva diferente, y que ha llegado a la conclusión de que el PSC debe decir “basta”, y con un proyecto claro de futuro, que pase por la “colaboración” entre administraciones. “¿Queremos una Cataluña enrocada o que avance?”, ha preguntado retóricamente, con un discurso basado en la necesidad de aprovechar los fondos europeos para dar un salto adelante, porque en los próximos diez años “todo cambiará de forma muy rápida”. Illa matendrá su condición de ministro de Sanidad hasta que comience la campaña electoral, como ha señalado en una entrevista en La Vanguardia.
Con la presentación de Miquel Iceta, que ha valorado de Illa su “capacidad de gestión”, como ministro, pero también recordando que fue el alcalde de La Roca del Vallès, y que conoce a la “perfección” la escuela municipalista de los socialistas catalanes, Illa ha tomado el relevo con una apuesta por el liderazgo de Cataluña, al lado del conjunto de España, para estar en la “vanguardia” en muchos sectores económicos.
La justificación de Iceta
Pero la característica de Illa, la que quiere ofrecer como candidato del PSC, está conectada con su capacidad de diálogo, para “no prescindir de ninguna de las Cataluña”, sin pedir a nadie “ninguna credencial”. Su idea es que puede conectar con la parte independentista, para que Cataluña “avance” y deje atrás la parálisis. “Cataluña puede, si se mueve y eso depende de lo que voten los catalanes”, ha insistido Illa.
Miquel Iceta ha justificado la decisión de elegir a Salvador Illa como candidato para romper con la “resignación”, y buscar un cambio real en Cataluña. Pero Iceta ha ido más allá, al señalar que ha sido decisivo también Pedro Sánchez, con quien le une, ha asegurado, “una relación política buena, pero también personal", en la línea de lo defendido en el consejo nacional del partido del pasado 30 de diciembre.
¿Candidato o presidente?
Con Salvador Illa “vuelve la esperanza para el PSC y para el país”, ha señalado, destacando también el papel de Eva Granados, una dirigente en ascenso en el partido, y que ha representado en los últimos años la total oposición al proyecto independentista de Junts per Catalunya y de ERC, con duras críticas también contra los medios de comunicación públicos de la Generalitat.
Iceta ha insistido en una cuestión que puede ser clave: la idea de que no se ha elegido a un candidato, sino a un "presidente de la Generalitat", con el objetivo de volcarse por completo en la campaña electoral y lograr una victoria frente al independentismo. "No son unas elecciones más", ha reiterado.