Quim Torra ha sustituido el Palau de la Generalitat por una farmacia para pronunciar un simulacro de discurso institucional. Inhabilitado por desobediencia, el expresidente no ha podido emitir su tradicional mensaje de Nochevieja en TV3, por lo que ha elegido la botica de la antigua farmacia del hospital Santa Caterina de Girona --“lugar de belleza extraordinaria entre tanta oscuridad”--, como escenario de su intervención, emitida en redes sociales.
Como era previsible, Torra ha hecho referencia a un 2020 en el que la “represión política contra los independentistas no se ha parado”. También ha aludido a la pandemia, pero para criticar la “mezquinta” gestión del Gobierno español.
“Mi compromiso es hacer un estado independiente a la medida de las personas. No hay banderas ni símbolos ni himnos que signifiquen nada si no son una señal de progreso. No hay ningún interés superior a la vida, no se puede hacer pactos con la muerte.
Según el presidente, el Gobierno español “no ha dejado de hacer llamamientos a la unidad, asegurando que el virus no entiende de fronteras ni territorios. Lamento la gestión interesada y mezquina de esta crisis que vivimos”.
El fracaso del 1-O
“Necesitamos toda la soberanía posible para tomar las riendas del país –ha añadido-. Esta legislatura no ha servido para avanzar como hubiéramos querido la república catalana como se decidió en el referéndum del 1-O”. Por el contrario, “hemos asistido a la represión más grande vivida desde el franquismo. Tres presidentes hemos sido procesados por defender principios democráticos más elementales”. Mientras, en España “han dejado escapar a un rey manchado por la corrupción, no es una anécdota, la marca de identidad de la dinastía borbónica”
A su juicio, solo hay dos posibilidades: “O Reino de España o república catalana.