La Assamblea Fundacional de Representants del Consell per la República, llamada a ser el gran acto de reivindicación de la unidad independentista, ha quedado deslucido por el plante de ERC, el desmarque de la CUP --que solo ha acudido como observadora a través de Carles Riera-- y, sobre todo, por el Covid.
La reunión, que forma parte del despliegue del gobierno paralelo creado a mayor gloria de Carles Puigdemont, se tenía que celebrar en Argelers (Francia), pero el endurecimiento de las medidas aplicadas en el país vecino forzaron un cambio de planes. Finalmente, el acto se ha celebrado hoy de forma simultánea en Barcelona, concretamente en el Palau de la Generalitat --el uso de la institución catalana se debe a una "invitación" de la Consejería de Presidencia-- y en Bruselas.
El acto de Palau tampoco se ha podido celebrar en el solemne salón Torres Garcia, como estaba previsto, sino en el Pati dels Tarongers.
El objetivo de la reunión es reafirmar a Carles Puigdemont como presidente del Consell per la República y definir la hoja de ruta a seguir por esta asamblea de diputados independentistas, que ERC considera "un acto de partido". De ahí su ausencia. Sí forman parte del nuevo órgano Demócrates y PDECat.
Han dado su apoyo al acto la Assemblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural.
La Asamblea ha debate la acción política del Consell, así como un documento político titulado Preparem-nos, con el que se pretende culminar el camino iniciado en el referéndum del 1-O.