Premià de Mar se queda sin alcalde. Quien lo era hasta hoy, Miquel Àngel Méndez, se va. Así lo ha anunciado en un vídeo difundido este miércoles en el cual alega “falta de motivación” para seguir, ante una situación “extremadamente compleja” en la que normalmente “priman los intereses partidistas”.
El alcalde de Junts per Catalunya se va tras haber conseguido la aprobación de las cuentas municipales.
Sustituto de Miquel Buch
El alcalde saliente llegó a ostentar la vara de mando tras la dimisión de Miquel Buch en 2017, quién se alejó de la vida municipal para focalizarse en la candidatura de Junts per Catalunya de cara a las elecciones autonómicas de ese mismo año.
De momento no se ha anunciado quién sustituirá a Méndez al frente del ayuntamiento, pero todo apunta a qué será Rafa Navarro, actual concejal de Enseñanza, Juventud, Comunicación, Participación y Políticas Digitales.
El alcalde frustrado
Miquel Àngel Méndez ha estimado dimitir al no tener la fuerza moral para liderar el pueblo ante una motivación “que está en niveles muy bajos”. El exedil aceptó el cargo con el objetivo de poder trabajar para mejorar la vida de la gente, un hecho que, según dice, consiguió durante los dos últimos años del mandato anterior.
Sin embargo, la realidad cambió tras las últimas elecciones municipales dado que “la falta de equilibrio político hizo que la situación fuese más difícil”. Todo en un contexto en el que "en muchas ocasiones pasan por delante de las necesidades de atención de servicio a la población, aquellos intereses partidistas o personales".
Mandato difícil
Tras las elecciones del 26M de 2019, Méndez consiguió revalidar su cargo en minoría y el pasado mes de junio los tres ediles del PSC se unieron al gobierno. Durante el año y medio de mandato, el ya exalcalde ha tenido que afrontar diversos incidentes desagradables, como el ataque racista a un piso ocupado por jóvenes inmigrantes.
También generó polémica el endurecimiento de las condiciones para empadronarse en Premià de Mar, que, de hecho, provocó el reproche de Amnistía internacional.
Herencia saneada
Méndez deja el consistorio tras 13 años, 10 como concejal y tres como alcalde, en una decisión que tomó “hace tiempo” con el objetivo de poder dedicarse a su familia. Sin embargo, ha esperado a anunciar su renuncia a superar el escollo de la aprobación de los presupuestos.
El alcalde saliente deja el ayuntamiento en una situación económica aparentemente saneada, una circunstancia que podrá aprovechar su sucesor para desarrollar proyectos sin ampararse en la “herencia recibida”.