Barcelona ha dejado escapar otra sede europea tras el Brexit. La Ciudad Condal, finalista en la carrera para acoger el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Medio Plazo (ECMWF, por sus siglas en inglés), ha perdido la carrera ante Bonn. Con ello se escapan hasta 250 empleos y 100 millones anuales de presupuesto.
La información la ha anunciado hoy el propio ente científico. "El ECMWF ha elegido hoy a Bonn como ciudad para su nueva y tercera sede. Estamos abrumados por la calidad de las nueve propuestas, agradecidos por el apoyo de los estados miembros y entusiasmados en esta nueva fase de colaboración científica", ha detallado el organismo.
Ada Colau admite la derrota
Minutos después de que se conociera que el ECMWF se traslade de Reading (Reino Unido) a Bonn tras el Brexit, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha admitido que la capital catalana ha vuelto a morder el polvo. "Apenas unas décimas nos separaron de Bonn para acoger el Centro Europeo de Predicciones. Felicitamos a la candidatura ganadora y agradecemos la unidad institucional, así como el liderazgo del Barcelona Supercomputing Center (BSC) y del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Seguiremos trabajando para hacer de Barcelona capital de ciencia en Europa".
En efecto, el departamento que pilota la ministra Teresa Ribera propuso al Consejo de Ministros en mayo que Barcelona acogiera la sede del ECMWF, que buscaba ciudad tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea el 31 de enero de este año. El Gobierno dio apoyo a la carta de la capital catalana y movilizó a los ministerios de Transición Ecológica, Ciencia e Innovación y Exteriores. Ha sido en vano.
Se marchan 250 empleos y 100 millones
El ECMWF ha elegido Alemania y no España para construir su nueva sede. Con ello, la organización intergubernamental, que integran 34 estados miembros y asociados, se lleva 100 millones de euros de presupuesto y 150 empleos, que esperaba ampliar a 250 en total. El nuevo cuartel general del ente científico trabajará codo a codo con la filial de Bolonia (Italia), que está en plena construcción y que acogerá el superordenador de predicción meterológica. La computadora procesa los datos de 400 millones de predicciones diarias que recibe de 100 satélites de distintas organizaciones nacionales y transnacionales.
Negro sobre blanco, Barcelona pierde otra oportunidad en la carrera para hacerse con las sedes internacionales tras el Brexit. El primer mazazo para la segunda mayor ciudad española llegó en noviembre de 2017, cuando la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) eligió Ámsterdam y no Barcelona para trasladarse desde Londres. La elección de la EMA se produjo en plena crisis institucional y económica que generó el desafío independentista, que vivió su momento álgido ese año, cuando el Govern celebró un referéndum ilegal de secesión y declaró dos veces la independencia unilateral, para aplazarla, primero, y no aplicarla, después.
El peso económico, decisivo
Fuentes cercanas al proceso de selección han loado la colaboración que ha tenido el Ayuntamiento de Barcelona, especialmente su área económica, con el Gobierno, "fluida" durante todo el proceso de confección de la candidatura de la Ciudad Condal, y especialmente en los últimos compases de elección de la ciudad por parte del ECMWF tras el verano.
Las mismas voces han hecho hincapié en que Bonn se ha llevado la institución científica porque en la última ronda de la votación los estados miembros del Centro de Predicciones, especialmente los pequeños, como Grecia o Bélgica, han optado por apoyar el peso específico de Alemania en el continente. Barcelona pasó a finalista en el proceso con un inmaculado dosier técnico, pero al geopolítica ha favorecido a la urbe germánica.