73 mandos militares retirados, la mitad de los que aún están vivos de la XXIII promoción de la Academia General Militar, la de 1964, han dirigido una carta de protesta al rey Felipe VI, jefe supremo de las Fuerzas Armadas, contra la gestión del Gobierno, al que califican de “socialcomunista”, al que apoyan “filoetarras e independentistas”.
Tras mostrar su alarma por la situación de “deterioro” de la “cohesión nacional”, acusan al Gobierno de conducir al país a la “descomposición de la Unidad Nacional”, por lo que quieren mostrar su apoyo y lealtad al Rey “en estos momentos difíciles para la Patria”. Como se aprecia, el lenguaje que emplean es el mismo que emplea Vox en su actividad política, dentro y fuera de las instituciones.
Los más brillantes no aparecen
Aunque de hecho ya son civiles, lo que les permite manifestarse públicamente en temas políticos, todos ellos se identifican por el empleo y grado que tenían en el momento de su retiro. Figura un teniente general –los tres tenientes generales que fueron los primeros de aquella promoción, no aparecen--, dos generales de división, cuatro de brigada y 66 coroneles.
La misiva, que ha sido publicada por El País, se conoce poco después de que trascendiera otra similar redactada por oficiales del Ejército del Aire de la XIX promoción de la Academia General del Aire.
Zapatero condena la carta
El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero criticó el mismo lunes la misiva. "Es una carta que merece mi reproche", aseguró en una entrevista en La hora de la 1, donde señaló que quien "ha ejercido la función militar debe tener prudencia a la hora de pronunciarse" con respecto a estos temas.
Así, el que fuera jefe del Ejecutivo ha recordado que su Gobierno tuvo problemas con el Ejército a cuenta del Estatuto de Cataluña. En concreto, cuando el teniente general del Ejército de Tierra José Mena Aguado "lanzó" en la Pascua Militar de 2006 un "discurso" en contra de la norma.
"Eso dio lugar a actuaciones. Algunas se conocen y otras igual se conocerán con el tiempo. Si que había una actitud que no era apropiada de algún mando militar en relación con Estatuto", ha reconocido Zapatero, que ha explicado que fue el ministro de Defensa, José Bono, el encargado de controlar "rápidamente" la situación.