El Gobierno municipal de Barcelona ha aprobado este viernes rescatar con dinero público a los okupas de la casa Buenos Aires de Barcelona, aprobando la expropiación al dueño privado de la finca. Toda la oposición salvo ERC ha rechazado la medida y han alertado de que el apoyo a los allanadores mediante la compra pública "costará mucho dinero público" al Ayuntamiento de Barcelona.
Desde el ejecutivo local, no obstante, la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, ha defendido que la catalogación y compra del edificio de inspiración modernista "pone fin a una anomalía, el hecho de que este inmueble no estuviera catalogado". En lo que respecta a la expropiación a sus propietarios, la congregación de los Padres Paúles, Sanz ha subrayado que "se creará un equipamiento municipal con 37 viviendas dotacionales. Tejeremos barrio".
Oposición: "Costará mucho dinero"
La inclusión en el catálogo de patrimonio y expropiación de la casa Buenos Aires, que reposa en una suerte de remanso residencial en el barrio de Vallvidrera, ha generado el rechazo de toda la oposición salvo ERC. Junts per Catalunya, Ciudadanos, PP y Barcelona pel Canvi han advertido al gobierno municipal que la expropiación "costará mucho más de los 3,5 millones de euros anunciados" y han afeado al bipartito sociocomún su "falta de diálogo" con el propietario, y que BComú y PSC hagan "urbanismo a la carta".
Finalmente, la catalogación de la casa Buenos Aires y el acuerdo de expropiación, que ahora tendrá que ser avalado por la Generalitat, ha salido adelante con los votos de BComú, PSC y ERC. Junts se ha abstenido, mientras que Ciudadanos, PP y Barcelona pel Canvi han votado en contra.
Proyecto de hotel, frustrado
La decisión, si finalmente recibe el plácet de la administración autonómica, supondrá frustrar la construcción y apertura de un hotel de lujo en la antigua residencia de mayores. La sociedad London Private Company ha adquirido el activo a la congregación de los Padres Paúles para abrir un alojamiento de alto nivel en una zona en la que el plan hotelero lo permite.
El establecimiento se enfrenta ahora a un via crucis. La finca modernista, elevada en 1886, fue okupada por jóvenes antisistema a principios de 2019. El grupo fue desalojado entre incidentes en octubre. Una manifestación de rechazo al desalojo acabó con destrozos en la fachada del Ayuntamiento de Barcelona. Ahora, esta institución rescata al colectivo okupa, veta la inversión hotelera y aprueba comprar la finca. ¿A qué precio? Los tribunales decidirán.