La Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo de la provincia de Barcelona ha abierto diligencias contra las actuaciones presuntamente ilegales en la antigua central térmica de la localidad de Cercs. Fuentes del ministerio público han confirmado a Crónica Global que la investigación parte de una denuncia interpuesta el pasado febrero por Germán Sánchez, un concejal del municipio. En concreto, la fiscalía reclama al ayuntamiento una serie de documentación entre la cual se encuentran la licencia de obras para la retirada del fibrocemento, la licencia del derribo de la antigua central y otra licencia urbanística de segregación de fincas que afecta al complejo.
La instalación, en estado abandonado y semirruinoso, se encuentra en el ojo del huracán desde que se anunciara un proyecto para reconvertir el edificio en una macroincineradora de alcance europeo. Aunque la remodelación impulsada por la empresa EM Spain Waste & Treatment fue desestimada en agosto por la Consejería de Territorio, la polémica sigue envolviendo a la extinta fábrica clausurada en 2011.
Retirada de residuos sin autorización
Pese a la paralización de las obras de reforma, los promotores del fracasado proyecto de transformación mantienen sus inversiones en el interior. ¿A qué se dedican? Las imágenes a las que ha tenido acceso este medio demuestran que un grupo de trabajadores lleva extrayendo residuos desde hace semanas. Todo ello a pesar de que el ayuntamiento ha conminado a la compañía a detener sus operaciones.
En septiembre, el secretario municipal comunicó por escrito a Lluís Basiana Obradors, administrador único de EM Spain, la suspensión irrevocable de las obras. En el escrito negaba las pretensiones de la privada de mantener la extracción de materiales de la térmica. Pese a ello, la firma incoó en septiembre un recurso de reposición para frenar la aplicación de la orden municipal.
Antes, la propia alcaldía había suscrito un oficio respaldando el informe del secretario. A la espera de que se resuelva este conflicto, la empresa prosigue con la retirada de desechos sin que el consistorio haya tomado cartas en el asunto.
Retirada de residuos en la central térmica de Cercs (Barcelona) / CG
La privada 'pasa' del consistorio
En un documento fechado el 15 de septiembre, la operadora justifica su comportamiento porque el gobierno local "no es competente en materia de residuos de origen industrial". Además, indica que la operativa programada no corresponde al veto de las obras.
"Mi representada pone en conocimiento de este ayuntamiento el necesario desmontaje del depósito donde se almacenan las cenizas ya que representa un peligro para los operarios de la central eléctrica [se refiere a una subestación de Endesa que sigue activa junto a la termoeléctrica]", argumentó la empresa.
La alcaldía se lava las manos
La última vuelta de tuerca la dio el propio alcalde, Jesús Calderer (JxCat), cuando durante un pleno municipal se excusó por no tomar una posición más enérgica. La institución se amparó en el alquiler de la maquinaria por parte de EM Spain. El elevado "coste" de este equipo y los motivos de "seguridad" justificaban que la compañía a quien el propio consistorio había exigido abandonar el recinto siguiera acarreando residuos.
"Hay una reiteración de ejecución de obras pese al decreto de la alcaldía y el informe de secretaría. No se sabe qué están haciendo, si retiran cascotes, herrajes o amianto. Pero lo cierto es que no abandonan las instalaciones y siguen trabajando", detalla el denunciante. Por el momento, la fiscalía ha empezado a cercar las actuaciones tanto del ayuntamiento como de la operadora en este enclave del Berguedà.