La alcaldesa de Roses, Montse Mindan, ha comparecido este martes ante el juez acusada de un delito de desobediencia por haber permitido que se utilizasen locales y espacios municipales para la celebración del referéndum del 1 de octubre. Es, por lo tanto, la primera edil que juzgan por estos hechos. El juzgado de lo Penal 1 de Figueres la juzga por ceder locales, ir al colegio Els Grecs de Roses a las siete de la mañana y abrir el Ayuntamiento una hora después.
Mindan se enfrenta a una pena de un año de inhabilitación y a una multa de 3.240 euros. La defensa pide la absolución y subraya que no hay "nada objetivo" que pruebe que ella facilitara la apertura de los colegios.
Reapertura de la casa
La Audiencia de Girona ordenó reabrir la causa contra Mindan por haber dado soporte al 1-0, después de que el Juzgado de Instrucción 1 de Figueres la archivara porque no quedaba acreditado que el Ayuntamiento colaborase de alguna manera con el referéndum.
Aunque había firmado un decreto en la que mostraba su apoyo al referéndum antes de recibir la notificación del Constitucional en la que se le prohibía, Mindan está siendo juzgada para aclarar si permitió de forma tácita que se utilizaran espacios del consistorio para la consulta, como argumenta la denuncia de un particular.
Lo niega todo
La alcaldesa de Roses, que recibió el apoyo de un centenar de personas a la entrada del juzgado, ha mantenido durante el juicio que en ningún momento hizo nada para facilitar que los locales municipales abrieran para acoger el referéndum. Explicó tambiñen que no facilitó las llaves ni tampoco mandó a nadie que los abriera para las votaciones del 1-O. Incluso ha negado que a primera hora fuera personalmente a la escuela Els Grecs o al Ayuntamiento.
Por su parte, el vecino que la ha llevado a juicio, y que dice que trabaja de ecolta ha admitido que la denuncia se basa en imágenes obtenias en las redes sociales.