Siempre fiel a su manera de actuar, la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, aboga por una nueva fase de entendimiento en la comunidad, que pase por un nuevo Govern que se centre en la atención a las consecuencias de la pandemia del Covid, tanto sanitarias como económicas y sociales. Cunillera, con una larga experiencia como diputada en el Congreso, señala que “si de algo va sobrada Cataluña es de confrontación y es necesario el acuerdo”.
En un momento en el que se negocian los presupuestos del Estado, Cunillera asegura en una entrevista en el programa Converses de la Cadena Cope que los partidos independentistas deberían aprobar esas cuentas para ser coherentes. Si se piden partidas e inversiones, “deberían saber que esas aportaciones se podrán tener si se aprueban los presupuestos, pero no se puede negar una cosa y pedir otra al mismo tiempo”.
Al lado de Iceta
Partidaria del diálogo, de no crear más dificultades de las necesarias, Cunillera entiende que el PSC, con Miquel Iceta al frente, ha decidido una estrategia correcta, la de no contribuir a una mayor crispación o confrontación política. almasA pesar de que hay voces entre los socialistas que querrían una mayor contundencia contra el Govern independentista que dirige ahora el vicepresidente Pere Aragonès, la delegada del Gobierno señala que “no se debe contribuir” a una mayor confrontación, y que ya se ha comprobado que el problema lo tiene el propio ejecutivo catalán, “con desavenencias internas”.
En todo caso, y como responsable de la Delegación del Gobierno, Cunillera no hace distinciones. “Mi interlocución es con el Govern, y, aunque haré todo lo posible para que Miquel Iceta sea el próximo president, me entenderé con el Govern que quiera los catalanes y que resulte de las elecciones”, señala.
Elecciones, sí o sí el 14 de febrero
Sobre las elecciones, precisamente, Cunillera asegura que no se podría entender que se aplazaran con el argumento de que la pandemia del Covid lo impide. Algunos sectores de Junts per Catalunya juegan con esa idea para disponer de más tiempo y organizar mejor la candidatura del partido de Carles Puigdemont. “Si se han realizado en Galicia y el País Vasco, en el transcurso de un estado de alarma, no veo cómo el Govern en Cataluña no podría organizarlas”.
Cunillera, que fue vicepresidenta primera del Congreso, conoce bien la intensidad de la política española. Y asume que el Gobierno pueda recibir el apoyo de fuerzas políticas como Bildu para sacar adelante las cuentas de 2021. A su juicio, “los acuerdos, si hay transparencia y se pueden explicar no deben suponer un problema”. A pesar de la fuerte presión a la que somete la derecha política al Gobierno, Cunillera señala que no hay nada comparable a lo que sucedió en la legislatura de 1993 a 1996, con el presidente González, o con la presidencia de Rodríguez Zapatero. “Lo cierto es que los gobiernos pueden trabajar más cómodos cuando es el PSOE el que está en la oposición, y eso lo vemos ahora, y no deja de ser curioso”, señala, al destacar ese fuerte enfrentamiento que protagoniza el PP y Vox contra el presidente Sánchez.
La posición de Cunillera es que es el momento de no forzar las cosas ni de poner en cuestión las instituciones como la monarquía. “El rey está haciendo honor a su papel, como jefe del Estado”, asegura, tras rechazar que se deba forzar un cambio de régimen, como propugna Podemos y su máximo dirigente, Pablo Iglesias, al aportar por una República, aunque la sitúe a largo plazo.