El exgerente de la antigua Convergència (CDC) y exconseller de Justicia de la Generalitat Germà Gordó se ha desmarcado del presunto blanqueo de comisiones a través de donaciones de altos cargos del partido y ha atribuido la confesión del extesorero Daniel Osàcar a un interés personal por mejorar su situación penitenciaria.

Según fuentes jurídicas, Gordó ha declarado este viernes como investigado, por vía telemática, ante el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata, en la causa que indaga si CDC blanqueó comisiones de empresarios mediante donaciones de altos cargos de la formación, sistema conocido como "pitufeo".

El exgerente de CDC fue citado a declarar después de que el extesorero Daniel Osàcar, que cumple condena en prisión por el caso Palau, lo señalara como la persona que gestionaba el sistema de blanqueo y apuntara a que Artur Mas debía estar al tanto del mismo en su condición de secretario general del partido.

Osàcar le señaló como responsable

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 le atribuyó a Gordó la condición de investigado a petición de la Fiscalía Antiocorrupción, después de que Osàcar le señalara como el presunto responsable que controlaba el sistema de blanqueo. "Era la persona que directa y personalmente ideó esta operativa, la planeó y dirigió su implementación", apunta el juez De la Mata en su auto. No obstante, Gordó ha desmentido todo lo dicho por el extesorero y ha negado haber hecho una lista de miembros y simpatizantes del partido que pudieran ser potenciales donantes, pues se ha enterado de ello por la prensa, según fuentes jurídicas.

Así, el exgerente --que ha sido citado a declarar hasta en cuatro ocasiones porque las tres anteriores tuvieron que ser suspendidas-- también ha dicho que no era cierto que Osàcar le entregara el dinero que los donantes rehusaban recibir cuando rechazaban que se les devolviera la cantidad que el partido le daba en efectivo.

'Modus operandi'

Según explica el magistrado, el modus operandi del blanqueo era que el extesorero proponía a los donantes que efectuaran una donación de 3.000 euros al partido mediante cheque bancario nominativo, a cambio de recibir la misma cantidad en dinero en efectivo de procedencia ilícita, que éste les entregaría en mano.

Fuentes consultadas por Europa Press han apuntado que el que fuera la mano derecha del expresidente de la Generalitat Artur Mas cree que Osàcar ha confesado una supuesta dinámica irregular de proceder en el partido para conseguir un mejor trato penitenciario. El extesorero se encuentra en tercer grado, cumpliendo la condena de tres años y seis meses de prisión por el caso del desfalco del Palau de la Música.

De hecho, ha asegurado que tiene información de que Osàcar habría pedido a dirigentes del partido "arreglar de alguna manera esto" y que al no haber conseguido ayuda, habría optado por hacer dichas declaraciones sobre unos hechos que Gordó no reconoce.

Carta de Artur Mas

Para apuntalar su defensa, el que fuera gerente de CDC se ha ceñido al escrito que Mas dirigió al magistrado instructor, así como a la rueda de prensa que ofreció el mismo día que Osàcar declaró ante el juez de la Audiencia Nacional.

En dicha carta, que precisamente aportó el abogado de Gordó, el expresidente catalán indicaba que el responsable de finanzas de CDC (Osàcar) dependía jerárquicamente de él, como secretario general, y no del gerente.

Jerarquía

Así, Gordó ha hecho hincapié en que, teniendo en cuenta esta organización jerárquica en el partido, no dio ninguna orden a Osàcar porque el único que podía hacerlo era el secretario general. Y así lo manifestó Mas en la rueda de prensa que dio el pasado 20 de octubre en la que subrayó que si no dio él la instrucción relacionada con las donaciones "no la podía dar nadie".

También ha resaltado que al ostentar cargos que no dependían orgánicamente el uno del otro, reportaban al secretario general por separado. En este sentido, ha negado que despachara diariamente con su superior, tal y como sostuvo Osàcar, alegando que era imposible, ya que en ese momento Mas era el jefe de la oposición.

Con todo ello, Gordó ha explicado que él como gerente tenía competencia en materia de gastos y que el control absoluto sobre los ingresos la tenía el responsable de finanzas. En este sentido, ha apuntado que el gerente no se hacía cargo de ciertos gastos del partido durante las campañas electorales y que en la de 2010 Osàcar, como administrador general de la federación de Convergència i Unió (CiU), se encargó de ello.

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