Las reuniones y los contactos proliferan. Existe una voluntad, un diagnóstico común, pero no se concreta todavía en una fórmula que permita una coalición o una candidatura plural. Las formaciones de Lliures, de Antoni Fernández Teixidó, y de la Lliga Democràtica, que lideran Astrid Barrio y Josep Ramon Bosch, junto también a Units per Avançar –que sigue una apuesta distinta—apuestan por el PSC para “ganar las elecciones” y como alternativa sólida y real al independentismo. El problema es cómo se ligan todas esas distintas voluntades.
El PSC lo sabe y lo analiza. Hay distintas posiciones, pero prima la idea de Miquel Iceta de que se puede sumar a toda esa parte del catalanismo liberal, y de que eso no desvirtúa la posición de centro-izquierda de los socialistas. Pero el debate se mantiene, porque el objetivo del PSC en las elecciones de febrero –si se convocan finalmente y se pueden celebrar—pasa por recoger parte de voto de los Comuns, y de Ciudadanos. ¿Es incompatible?
Votos huérfanos
El catalanismo liberal de Lliures y de la Lliga no ha probado suerte todavía en las urnas. Se considera que se puede aspirar a una parte de Ciudadanos, que optó en 2017 por la formación naranja sólo porque el partido de Inés Arrimadas exhibió mayor contundencia para detener al independentismo, y también atraer a un “soberanismo moderado” que ya no quiere saber nada ni de Junts per Catalunya ni de otros “sucedáneos”. Los expertos en demoscopia insisten en que puede haber una bolsa de unos 250.000 votos huérfanos, y a por ellos irá ese catalanismo de centro-derecha liberal.
La reunión entre dirigentes de las cuatro formaciones, Lliures, Units, la Lliga y el PSC, se celebró el pasado 30 de octubre, pero los contactos telefónicos se mantienen y hay programadas otras citas. El encuentro fue “satisfactorio” para los cuatro partidos, pero se mostraron intereses distintos. Units per Avançar llegó con un acuerdo bajo el brazo de su dirección para repetir el acuerdo con el PSC, lo que asegura a la formación de Ramon Espadaler formar parte de la lista al Parlament. El objetivo de Units es que ese acuerdo fructifique, pero no se opone a otras fórmulas, siempre que mantenga la suya.
Ganar las elecciones, sin complejos
Lo que está en juego es “ganar las elecciones, demostrar que se pueden ganar, tener el ánimo y la ambición de que hay una alternativa”, sostiene Fernández Teixidó. La fórmula posible pasa por una candidatura de ese catalanismo asociada al PSC, porque se tiene claro que la alternativa al independentismo pasa por Miquel Iceta.
De forma gráfica, lo que se pone sobre la mesa es una especie de Ciutadans pel Canvi que vaya de la mano del PSC, unos Catalanistas por el cambio. De ese acuerdo, si se llega a producir, sí que podrían ir en la lista algún representante de cada partido. Veteranos dirigentes del PSC no se oponen a esa posibilidad, pero la dirección socialista quiere estudiarlo con detalle. “De lo que se trata es de alcanzar más de 25 o 26 diputados, de buscar los 30, porque en ese caso la alternativa estará cerca”, señalan las fuentes consultadas.
Votantes que no votarían al PSC
La pregunta es si Lliures o la Lliga o Units suman una cantidad interesante de votos. Dependerá de lo que se haga, según apuntan los interesados, cuando se llegue al acuerdo. “La suma genera adhesiones, invita a creer en una alternativa real”, señalan. Todo el esfuerzo de la campaña electoral debería centrarse, como propone la dirección de la Lliga Democràtica, en la reconstrucción social y económica tras la pandemia del Covid, y en buscar la “reconciliación de los catalanes” tras el proceso independentista. Un experto en campañas electorales señala directo a Crónica Global: "Es lo que tienen que hacer, crecer por el centro-derecha, para el PSC es una buena apuesta".
Y, aunque otros movimientos también buscarán esos votos centristas, como el PDECat o el Partit Nacionalista Català (PNC) de Marta Pascal, la “visualización” de una candidatura al lado del PSC provocaría “más apoyos”. En ese sentido, una de las cuestiones que más se escucha en esas reuniones es que se buscará a un elector que no votaría nunca a un dirigente socialista, pero que entiende, a través de partidos catalanistas de centro-derecha, que es la “única alternativa”. Es decir, votaría a esos Catalanistes pel Canvi-PSC para aunar esfuerzos y dejar en la oposición al independentismo o, por lo menos, para gobernar la Generalitat, buscando luego los apoyos necesarios. El PSC valora las distintas fórmulas, y las reuniones de las próximas semanas deberán servir para tomar una decisión definitiva.