Un proceso de reconstrucción, que podría ir más rápido de lo inicialmente pensado, pero que será costoso. En eso está Alejandro Fernández, el presidente del PP catalán, que sabe que su partido está en una posición “débil”, pero que puede crecer en las próximas elecciones catalanas. Esa carrera a la Generalitat la inicia con una posición clara: “Estoy con Oriol Mitjà, el 90% del Govern debería irse a casa”, en alusión al científico que cargó sin contemplaciones contra la consejera de Salut, Alba Vergés y contra todo el ejecutivo que dirige ahora el republicano Pere Aragonès.
Alejandro Fernández, que apoyó a Pablo Casado en las primarias del PP, y que, por tanto, ha estado al lado del presidente del PP desde el primer momento, ha optado por un ritmo lento pero seguro para que su partido tenga, de nuevo, un papel importante en la política catalana. Por ello, considera que la decisión de Casado de romper con Vox, de marcar claras diferencias, aprovechando la moción de censura del partido de Santiago Abascal contra el presidente Pedro Sánchez, “puede ser definitivo” para que el PP sea, otra vez, “una alternativa de gobierno sólida”.
Una distancia clara con Vox
“Lo que plantea Vox no se puede compartir, no es propio del PP, su carga frontal contra Europa y contra la concordia, con una apuesta por el guerracivilismo, no es asumible, y esa apuesta de Abascal ha provocado ese punto de inflexión”, señala Fernández, en una entrevista en el programa Converses, de la Cadena Cope, en la que ha participado este sábado Crónica Global.
Y esa frontera que ha marcado Casado deber servir también para que Alejandro Fernández mantenga un proyecto de centro-derecha en Cataluña “autónomo, aunque la autonomía hay que ganársela”.
Escaso margen de maniobra
Pero, ¿qué puede hacer el PP en Cataluña? La posición respecto al Govern independentista de Junts per Catalunya y ERC es clara: de total rechazo. Fernández ha querido apoyarse en el científico Oriol Mitjà con toda la intención. Se trata de un experto que estuvo a punto de ejercer como consejero en la sombra, defendido por el expresidente Quim Torra, que rechazó ERC. Desde ese momento, Mitjà ha señalado a los republicanos en diversas ocasiones. Para Fernández, “ha dado en la clave, porque lo que no se aguanta es la falta de consistencia” del gobierno catalán, con “errores continuos y confusiones sobre las medidas que se debían tomar con la pandemia”. Para el dirigente del PP, “el cierre de la actividad económica puede resultar fatal, pero es que con ello tampoco se ha resuelto el problema sanitario”.
El margen de maniobra, sin embargo, del PP catalán es escaso. Para Fernández, Ciudadanos no ha dado la talla en toda esta legislatura, a pesar de que ganó las elecciones. Y no ve nada claro una candidatura conjunta, tras la experiencia en el País Vasco, con unos resultados “descriptibles”. El presidente del PP catalán se ha atrevido a decir que Ciudadanos ha cambiado, y que “el Ciudadanos que molaba era el de Boadella y Espada”, en alusión a los fundadores de la formación que preside hoy Inés Arrimadas. Respecto al PSC, entiende que los socialistas “han decidido engancharse a ERC”, y que eso “nunca ha dado buenos resultados”. Pese a todo, “el PP tendrá la mirada abierta”, en referencia a la posibilidad de apoyar a los socialistas si se ven en la tesitura de poder formar gobierno tras las elecciones.
Sin elecciones en febrero
En todo caso, ¿se deben preparar ya las fuerzas políticas para el 14 de febrero? Para Alejandro Fernández esa fecha se debe poner en duda. “Por diversas circunstancias, por la pandemia, pero también porque a Junts per Catalunya no le interesa, creo que no habrá elecciones el 14 de febrero”. La idea de Fernández es que el partido de Carles Puigdemont intentará retrasar al “máximo” la fecha electoral, esperando una mayor erosión de Esquerra Republicana, e, incluso, con la posibilidad de proponer una investidura antes de ese momento, en la figura de Marta Madrenas, diputada y alcaldesa de Girona.
En el caso de la relación con los socialistas, Fernández sostiene que el Gobierno de Pedro Sánchez no ha querido presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional contra la ley del Parlament que limita el precio de los alquileres porque “es rehén del Govern de la Generalitat, a la espera de que ERC apoye los presupuestos para 2021”.