La Generalitat estima que las elecciones autonómicas catalanas del 14 de febrero costarán más de 32 millones de euros. De este montante, ocho millones irán destinados a tomar medidas para garantizar el derecho a voto con seguridad en el contexto de la pandemia de la COVID-19.
Así lo recoge un informe redactado por el Departamento de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia, que se remitirá al Procicat para que elabore el protocolo electoral.
Protección en las mesas
Entre los incrementos relacionados con la pandemia destacan los 4,5 millones que se destinarán a la compra de material de protección para evitar contagios por coronavirus. A cuatro meses de los comicios, ya han surgido las voces críticas por organizarlos en plena pandemia. Se alerta de la seguridad tanto de las personas que estén en las mesas electorales como de los funcionarios públicos que trabajen a lo largo de esa jornada, además de los habituales interventores de los partidos políticos.
La Generalitat, por ahora, tira adelante su plan electoral. Entre los 32 millones de euros se han reservado otros 1,8 millones que se adelantarán a los ayuntamientos para financiar el incremento de puntos de votación, así como su correcta limpieza y desinfección. De esta forma, se estima que no se repetirán las aglomeraciones de votantes en determinados colegios y en unas horas muy concretas.
5,6 millones de electores
En cuanto a las contingencias relacionadas con el Covid que puedan surgir en la jornada electoral, el Gobierno catalán destina 1,5 millones para estas cuestiones de última hora. Todo ello, para garantizar que los más de 5,6 millones de personas que podrán participar en las autonómicas del 14 de febrero votan con las máximas medidas de seguridad.